SEGÚN LAS FILTRACIONES DE WIKILEAKS
El todavía vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, goza de la plena confianza del presidente, Hosni Mubarak, y es al mismo tiempo un firme y viejo aliado de EEUU, según cables obtenidos por WikiLeaks. En uno de esos cables, publicados el diario británico 'Financial Times', la actual embajadora estadounidense en El Cairo, Margaret Scobey, califica a Suleiman de político "pragmático con una muy aguda mente analítica" a la vez que elogia su "visión e influencia".
Los cables reflejan además las fuertes sospechas que despierta el régimen iraní en Suleiman, hasta hace poco jefe de los servicios de inteligencia egipcios. Según el nuevo vicepresidente egipcio, Irán representa una "importante amenaza para Egipto" por sus apoyos a la llamada guerra santa y "a los extremistas egipcios". "Si (los iraníes) apoyasen a los Hermanos Musulmanes, se convertirían en nuestro enemigo", afirmó Suleiman en cierta ocasión.
Pese a que Suleiman se ha referido una y otra vez al supuesto peligro que presentan los ilegalizados Hermanos Musulmanes, sus argumentos no siempre han convencido a la diplomacia estadounidense. Así, en un cable diplomático de noviembre de 2005, el entonces embajador estadounidense, Francis Riccardione, escribía que "los egipcios siempre han agitado el espantajo de los Hermanos Musulmanes".
"La mejor forma de hacer frente a una política islamista de miras estrechas consiste en abrir el sistema (político egipcio)", agregaba el diplomático. De acuerdo con otros cables diplomáticos, que citan a un amigo del político, Suleiman "se sintió muy dolido" cuando el presidente Mubarak se desdijo en su día de la promesa de nombrarle vicepresidente hace ya varios años.
Según esos cables, Suleiman vio entonces frustradas sus ambiciones por la influencia de la esposa del presidente, la galesa Suzanne Mubarak, que, decidida a impulsar la carrera política de su hijo, Gamal, impidió aquel nombramiento. Un cable de marzo de 2006 identificaba a la primera dama como uno de los cinco personajes más influyentes del entorno de Mubarak y señalaba la conveniencia de que los diplomáticos estadounidenses cultivasen ese contacto ya que aquélla podía supuestamente "reforzar el ala reformista" del gobierno egipcio.