HACÍA CUATRO DÉCADAS QUE ESTO NO OCURRÍA EN NOVIEMBRE
La extrema ola de frío, inusual para esta época del año, que afecta a Estados Unidos ha dejado esta semana diez muertos en el este del país, ocho en el estado de Nueva York y dos más en los estados de New Hampshire y Michigan. De las ocho personas que han perdido la vida en Buffalo (Nueva York), cinco sufrieron paros cardiacos mientras retiraban la nieve con palas y otro murió en un accidente de coche el martes. Otras dos personas con enfermedades mentales fallecieron el martes por aparente exposición al frío, mientras que dos personas han muerto este jueves en Nuevo Hampshire y Michigan, según ha informado CNN.
Después de llegar a los 2,3 metros de nieve en algunos condados de Nueva York y de dejar atrapadas en sus coches y viviendas a miles de personas, las autoridades esperan que en las próximas horas se añadan hasta 60 centímetros de nieve. "Este es un evento histórico. Cuando todo se haya dicho y hecho, esta tormenta romperá toda clase de récord", ha indicado el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, de acuerdo con la agencia de noticias Notimex.
La nieve que ha dejado la tormenta en el área de Buffalo, una de las más afectadas, es bastante similar al promedio que la ciudad recibe durante todo un año, unos 2,40 metros. El estado de emergencia declarado por el Gobierno de Nueva York se mantiene y las autoridades han recomendado a los ciudadanos de los condados afectados que permanezcan en sus casas y que, una vez que comience a derretirse la nieve, se aseguren de que sus vecinos están a salvo.
Además, un autobús se quedó atrapado durante un día y medio en una autopista interestatal atestada de coches abandonados. Tras 34 horas encerrados fueron rescatados por la policía estatal, que los encontró hambrientos y agotados.
En otra autopista del estado al menos 100 coches y camiones estuvieron atrapados toda la noche y fueron rescatados 30 horas más tarde, por lo que algunos conductores, como un camionero explicó a un medio local, anduvieron por la nieve hasta una gasolinera, donde compraron comida para otros afectados. El autocar en que viajaban las jugadoras del equipo femenino de baloncesto de la universidad de Niágara fue uno de los vehículos detenidos en la autopista y las deportistas esperaron más de 24 horas a que llegase la ayuda.
Las autoridades cerraron la vía para evitar estas situaciones, pero el camionero Samuel Martin afirmó a Buffalo News: "abandonaron por completo esta autopista cuando decidieron cerrarla. No he comido durante un día y medio". Ante esta situación en las carreteras, el gobernador Cuomo aseveró que, aunque "no hay una forma perfecta de gestionar esto", la "responsabilidad" reside en los conductores que continuaron conduciendo aún estando la autopista cerrada.
"Cuando les pedimos que se queden en casa, realmente quédense en casa. Ir por las carreteras es peligroso e innecesario", insistió el gobernador a los ciudadanos, a los que pidió "ser buenos vecinos" y comprobar si los mayores o las personas con necesidades especiales requieren asistencia por la enorme ola de frío polar.
La noticia positiva ha sido el nacimiento de la pequeña Lucy Grace Hojnacki después de que su madre, Bethany, residente en el sur de Buffalo, no pudiese llegar al hospital por las fuertes nevadas. Bethany y su marido, Jared, decidieron dejar a su primer hijo en casa de sus abuelos para buscar un sitio en el que pudiese dar a luz y, por el camino, Jared ayudó a una conductora que se había quedado atrapada en su coche.
La conductora resultó ser pediatra y, cuando el viaje hacia el hospital resultó imposible, ayudó a la embarazada a dar a luz en una estación de bomberos. La pequeña y la madre se encuentran bien y fueron trasladadas a un hospital cercano la mañana siguiente.
Los meteorólogos han achacado este temporal al choque de una ola de frío ártico sobre la región de los Grandes Lagos, en la frontera entre Canadá y los Estados Unidos. Esta mañana ha sido la más fría registrada en un mes de noviembre en este país desde 1976, con una media nacional en los termómetros de 7 grados Celsius bajo cero.