SEGÚN EL PRÓXIMO INFORME DEL ORGANISMO INTERNACIONAL
La OIEA tiene previsto presentar esta semana a los estados miembros el informe, cuyas líneas generales adelantó la cadena en su página web, citando como fuente a diplomáticos occidentales que pidieron permanecer en el anonimato.
El documento señalará que el programa nuclear iraní es "más ambicioso y estructurado" de lo que se creía, y que "está enfocado a la construcción y prueba de un arma nuclear que pueda acoplarse a un misil de largo alcance", señalaron los diplomáticos.
No obstante, no existen pruebas de que Irán haya tomado la decisión estratégica de comenzar a construir ese arma, matizaron. El informe también revela que Irán no detuvo la investigación armamentística ni el desarrollo tecnológico de su programa nuclear en 2003, como pensaban hasta ahora los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
"En lugar de frenarse, parece que Irán hizo una pausa temporal en ese momento, aunque el programa ha avanzado a un ritmo más modesto desde entonces", indicaron los diplomáticos a la cadena.
"El programa nunca se detuvo realmente", dijo por su parte al diario Washington Post el director del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, David Albright, que fue inspector de armas para la ONU y ha tenido ocasión de revisar el informe.
"Después de 2003, se destinó dinero a la investigación en áreas que parecen desde luego dedicadas a las armas nucleares, pero estaban ocultas dentro de instituciones civiles", añadió Albright.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que espera que el informe "respalde las preocupaciones" ya expresadas por Washington, que denuncia desde hace años las presuntas pretensiones militares encubiertas del programa iraní. "Pueden estar seguros de que seguiremos trabajando para presionar a Irán, para aislarlo", indicó Carney.
El informe llega un mes después de que Estados Unidos acusara a Irán de orquestar un complot frustrado para atentar contra la Embajada de Israel en Washington y asesinar al embajador saudí, Adel Al Jubeir.
Pese a la escalada de tensión entre ambos países, y a que Teherán ha advertido de que está "preparado" para responder a un posible ataque militar, el Gobierno de Barack Obama ha reiterado que no tiene intención de atacar al país árabe, con el que cortó sus relaciones diplomáticas en 1979.
En ese sentido, la Casa Blanca busca que el informe de la OIEA sirva, más bien, para que otros países aumenten sus sanciones contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad. Mientras, Irán sigue rechazando estas alegaciones y dice que las acusaciones sobre supuestos aspectos militares de su programa nuclear son manipuladas y falsas, por lo que se niega a debatir este asunto con la agencia de la ONU para la energía nuclear.