VA A ESTUDIAR EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS
La joven de 19 años Erin Clark había estado buscando desesperadamente un alojamiento en París antes del comienzo de un curso en el Instituto de París de Estudios Políticos en agosto y pensaba que por fin había conseguido algo. Sin embargo, la estudiante de Edimburgo pronto se dio cuenta de que su casero era un poco más raro de lo común.
Erin encontró a 'Francisco', el supuesto dueño del apartamento, en una página web de alojamientos de París y la conversación, según recoge 'Metro', era bastante prometedora, con el francés preguntándole si seguía buscando piso. Después de confirmar que el apartamento tenía dos camas, la escocesa se interesó por más detalles. "Es un gran estudio con dos camas, cocina, aseos, un gran armario y un balcón, es un gran estudio pero para compartir, hay dos camas", repitió el dueño, aunque en este momento el detalle de que él también iba a vivir allí le comenzó a parecer espeluznante a la joven.
"No estoy buscando sexo, tengo un dispositivo"
Entonces, el francés le explicó que el piso sería gratis "en términos de dinero" pero que él era sumiso y su fetiche eran los pies. Por tanto, ella debería pagarle lamiéndole los pies "a veces" y utilizando un dispositivo de castigo que él tenía. Para ello, debía usar la clave de la castidad en un brazalete que formaba parte del dispositivo. "No estoy buscando sexo, tengo un dispositivo", enfatizó.
Erin, que no estaba nada conforme con la petición del propietario de la casa, decidió publicar lo ocurrido en Twitter, aunque a su madre no le contó la verdad y le dijo simplemente que el piso estaba ubicado en una mala zona.