Japón
Casi la cuarta parte de las empresas japonesas piden a sus trabajadores que trabajen más de 80 horas extra al mes, según un estudio en 2016.
Japón es uno de los países con las jornadas laborales más extensas del mundo. Una encuesta gubernamental citada por el medio CNBC en 2016 revelaba que casi una cuarta parte de las empresas japonesas piden a sus trabajadores más de 80 horas extra al mes. En muchos casos, esas horas no son pagadas. Asimismo, se producen en el país asiático unas 2.000 "muertes por exceso de trabajo", traducido al término 'karoshi'. Por ello, las oficinas instalarán espacios y 'cajas de siesta para que sus trabajadores puedan dormir.
Otra encuesta realizada en el país asiático por la empresa Fuji Iryoki, fabricante de sillones de masaje y aparatos sanitarios, reveló que el 93,9% de los encuestados aseguraba que se encontraban insatisfechos con su calidad del sueño. Los japoneses son los que peor concilian el sueño con una media de 6:35 horas, son 45 minutos menos que la media mundial. Esto supone un enorme obstáculo a la hora de realizar las tareas laborales.
Desde la empresa 'Itoki' han lanzado nuevas 'cajas de siesta' verticales para que los trabajadores descansen. "En Japón, hay muchas personas que se encierran en el baño por un tiempo, lo que no creo que sea saludable. Es mejor dormir en un lugar cómodo", explicó Saeko Kawashima, directora de comunicaciones de Itoki.
'Cajas de siesta' en oficinas japonesas
El ocupante de la 'caja de siesta' dormirá en la cápsula como un flamenco, de pie. El diseño inicial se ha realizado para garantizar que la cabeza, las rodillas y la parte trasera estén cómodamente apoyadas para que la persona no se caiga. Con investigaciones que apuntan a que el descanso reparador aumenta la productividad, este nuevo desarrollo puede impulsar a los empleados en Japón a tomar siestas breves durante el día.
Muerte por 'karoshi'
En 2015, la cifra de "muertes por exceso de trabajo", de 'karoshi', superaban las 2.000 en Japón. El término comenzó a utilizarse en 1987, cuando el Ministerio de Salud nipón comenzó a recopilar estadísticas de estos casos que con el tiempo han sido más recurrentes. Las cifras extraofciales del Consejo Nacional en Defensa de las Víctimas de Karoshi denuncian que cada año mueren casi 10.000 personas al año por horas extra.