Israel
Las escenas en Yenín son de absoluta destrucción, y las ONG denuncian obstáculos para atender a los heridos.
Continúa la operación militar de Israel en el campamento de refugiados de Yenín, en Cisjordania, que ha acabado con la vida de al menos once palestinos, tres de ellos niños. En las últimas 24 horas, unas 3.000 personas se han visto obligadas a abandonar la base. Mientras tanto, Hamás ha calificado de "heroico" un atropello múltiple y ataque con cuchillo que ha dejado a ocho heridos en Tel Aviv, asegurando que es una "venganza".
El ataque por parte de Israel vive hoy su segundo día. La operación, llamada 'Casa y Jardín', busca debilitar la Brigada de Yenín, calificado de "terrorista" por los israelíes. "Nuestras fuerzas han entrado en el nido terrorista de Yenín, están destruyendo los centros de mando y confiscando una cantidad considerable de armas", ha afirmado el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, añadiendo que se está completando la misión.
Antes de que amaneciese, cerca de 3.000 personas, incluidos niños, corrían para huir de las granadas y los gases lacrimógenos en el campamento. "Unas 3.000 personas se han marchado", ha confirmado el gobernador adjunto de Yenín, Kamal-Abu al Roub, a AFP.
Los militares han obligado a 500 familias a desalojar sus viviendas para utilizarlas como cuarteles temporales. "Nos han dicho que dejemos nuestras casas abiertas, hemos dejado allí todas nuestras cosas dentro", explica una mujer. Muchos de los afectados, sin saber dónde ir, han buscado refugio en el hospital.
A lo largo de esta jornada, la cifra de palestinos fallecidos ha aumentado a once. Las escenas en Yenín son de absoluta destrucción, y las ONG denuncian obstáculos para atender a los heridos. "Se ha impedido a los equipos de primera intervención entrar en el campo de refugiados, incluso para llegar hasta las personas gravemente heridas", ha declarado Christian Lindmeier, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Paralelamente, un palestino residente en Cisjordania ha estrellado su coche contra una parada de autobús en Tel Aviv, atropellando a varias personas. "Salió por la ventana del vehículo con un cuchillo y empezó a atacar. Los más jóvenes corrimos pero a los mayores no les dio tiempo", relata un testigo. El ataque ha dejado ocho heridos, cinco de ellos en estado crítico.
El individuo, que tenía tan solo 20 años, ha sido abatido por un civil que iba armado. El ministro israelí de Seguridad ha solicitado a los ciudadanos que lleven armas para defenderse. Por su parte, el movimiento Hamás ha calificado la acción de "heroica" como respuesta a los ataques de Israel.