Los niños se meten con ella
Kelsie, de 7 años, extrajo una pila de botón a uno de sus juguetes y la introdujo en su nariz. La tuvo alojada en su interior, sin que nadie lo supiese, durante cinco meses. Unas secreciones de color marrón alertaron a sus padres adoptivos. La llevaron al hospital y los médicos confirmaron la presencia de la batería.
Todo sucedió en 2015, ella vivía por entonces con sus cuidadores temporales. Sus nuevos padres, Kerrie y Scott, la adoptaron meses más tarde. Fue entonces cuando se dieron cuenta de las preocupantes secreciones que expulsaba por la nariz.
Kerrie cuenta a Daily Mail que "después de varios viajes al hospital, la pila fue vista en los rayos X. "Los médicos nunca habían visto nada parecido".
La pila quemó el tabique nasal de Kesie, y por ello, tendrá que someterse a cinco operaciones quirúrgicas durante los próximos 15 años para reconstruirlo.
"La primera operación será para reconstruir el cartílago de su nariz y tendrá lugar este verano", cuenta su madre, aunque los médicos la han avisado que Kesie es demasiado delgada para su estatura y prefieren esperar hasta que sea mayor, por lo que la operación podría retrasarse hasta el año que viene.
"Tendrá una operación al principio de su adolescencia, otra al final, y la última cuando sea adulta", detalla Kerrie.
El daño provocado por la pila en la nariz de Kelsie ha tenido un impacto en su día a día: dolores de cabeza, infecciones de oído, hemorragias nasales e incluso la ha convertido en un blanco para los matones. Su madre cuenta que, "los niños en la escuela se han metido con ella por el aspecto de su nariz".