Registros en el distrito bruselense de Schaerbeek
Durante buena parte de la noche, la policía belga ha rastreado Bruselas en busca de pistas que permitan esclarecer los atentados de este 22 de marzo. Se busca, especialmente, a uno de los terroristas supuestamente huído del aeropuerto donde estallaron las dos bombas. Ha sido identificado como Najim Laachraoui, de 25 años.
En la imagen, Laachraui lleva un gorro oscuro para taparse la cara y empuja un carrito portaequipajes con una bolsa de viaje, en la que había, presuntamente una bomba. Se trata del tercer hombre cuya bomba no explotó o que él no hizo estallar, según los medios belgas. El ADN de Laachraui, vinculado presuntamente a los atentados de París del 13 de noviembre pasado (13-N), ha sido encontrado en "material explosivo utilizado en los atentados" galos, en los que fallecieron 130 personas, indicó al diario una fuente cercana a la investigación francesa.
El hombre partió a Siria en febrero de 2013 y es buscado desde el pasado 4 de diciembre. En un control a principios de septiembre en la frontera húngaro-austríaca fue identificado con el nombre falso de Soufiane Kayal, momento en el que estuvo acompañado por el presunto cerebro del aparato logístico de los atentados de París, Salah Abdeslam, capturado el pasado viernes en Bruselas, y de Mohamed Belkaïd, un argelino de 35 años abatido por la policía en la redada de la comuna bruselense de Forest, el pasado 15 de marzo.
Había alquilado bajo su nombre una vivienda en la comuna belga de Auvelais, que sirvió para preparar los atentados de París. Los investigadores también le acusan de haber estado, junto con Belkaïd, en contacto telefónico con kamikazes la noche del 13-N. Según los expertos, hay una "fuerte probabilidad" de que Belkaïd fuera el destinatario de un mensaje corto en el que se decía "hemos partido, comencemos", enviado el 13 de noviembre por la tarde a uno de los kamikazes de la sala de espectáculos Bataclan de París desde un teléfono localizado en Bélgica.
Laachraui era, según los medios belgas, el responsable de la confección de los cinturones explosivos utilizados en los ataques de la capital francesa, un extremo que rehusó confirmar la fiscalía. El ADN de Laachraui se encontró en al menos dos de los cinturones explosivos: uno utilizado en la sala de conciertos Bataclan y otro en el estadio de Francia, lo que quiere decir que esta persona los manipuló, y quizá incluso fabricó, según la cadena de televisión pública francófona RTBF. La policía encontró además las huellas de Laachraui en la vivienda utilizada en el barrio bruselense de Schaerbeek, donde se cree que probablemente fueron confeccionados los explosivos utilizados por los terroristas en París.
Los terroristas utilizaron al menos tres coches
Al menos tres coches han servido a los presuntos terroristas de Bruselas para cometer el doble atentado en la capital belga: un taxi, un Renault Clio y un Audi S4 negro, informó el diario belga "La Libre Belgique". El rotativo afirma que los sospechosos no llegaron al aeropuerto internacional de Zaventem en tren, sino en coches, según la investigación de los atentados, en los que fallecieron al menos 34 personas y más de dos centenares resultaron heridas.
Inmediatamente después de los atentados, varios testigos destacaron la presencia de un vehículo marca Audi de color oscuro sin matrícula con tres o cuatro individuos en su interior. Según el diario, la pista conduce a una persona de Limburgo, en la provincia de Lieja, que solo tiene 22 años y que ya estuvo bajo observación de los servicios de inteligencia el año pasado.
El propietario del Audi S4 visto en Zaventem pertenece a la comunidad turca y es conocido por los servicios belgas por haberse ido el año pasado a Arabia Saudí, de acuerdo con "La Libre". Identificado solo con la sigla A, viajó allí junto con tres otras personas de Limburgo, de 22, 25 y 26 años, y de un hombre de Amberes de 33 años, de origen marroquí.
Los datos del Audi fueron trasladados rápidamente, al igual que los de un Renault Clio, a las autoridades en las fronteras francesa y luxemburguesa, así como alemana y holandesa, indica el diario. Las personas que estaban dentro del Audi no se bajaron en el aeropuerto, donde hubo dos explosiones, sino que se volvieron a Bruselas, según la misma fuente. El diario se pregunta si se trata del segundo equipo de kamikazes, el que fue trasladado a Woluwe-Saint-Lambert, uno de los municipios de la Región Bruselas-Capital, dedicado a acometer el segundo atentado en el metro de Maelbeek.
El tercer coche empleado por los presuntos terroristas era un taxi, que llevó a los tres sospechosos de haber cometido el atentado en el aeropuerto a Zaventem. De hecho, fue él quien, tras ver las fotografías de los sospechosos, condujo a la policía belga a la vivienda en Schaerbeek en la que se encontró un artefacto explosivo, productos químicos y una bandera del grupo terrorista Daesh. Al taxista le extrañaba que los hombres no le dejaran ayudarles con las maletas, en cuyo interior estaba el material explosivo, según varias fuentes. Tras depositar sus maletas y bolsas de viaje en un carrito de portaequipaje hicieron estallar dos artefactos.