ABIERTO EL DEBATE TRAS EL TIROTEO DE CHARLESTON

Obama: "Es necesario un cambio de actitud en EEUU para que sea posible controlar las armas"

Obama ha recordado que el Congreso estadounidense "actúa cuando el público insiste en la acción", y "la opinión pública puede cambiar". Se refiere así a la necesidad de que la actitud de la gente cambie para lograr un cambio en la legislación y así conseguir un mayor control de la venta y posesión de armas en EEUU.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha asegurado que su país necesita un "cambio de actitud" ante el problema de la violencia causada por las armas antes de poder implementar una reforma significativa para controlar su posesión y venta, un objetivo que ha perseguido sin éxito durante su mandato.

Obama se refirió por segundo día consecutivo a la necesidad de un mayor control de armas, a raíz del tiroteo que el miércoles dejó nueve muertos en una iglesia de la comunidad negra de Charleston (Carolina del Sur), y que ha conmocionado de nuevo al país.

"Necesitamos un cambio de actitud de parte de todos: los propietarios de armas que cumplen la ley y aquellos que no están familiarizados con las armas. Tenemos que tener una conversación sobre ello y arreglarlo", dijo Obama ante una conferencia de alcaldes de todo el país celebrada en San Francisco (California). "Tenemos que tener un sentido de urgencia", agregó. Y dijo:"En último término, el Congreso seguirá al pueblo. Y tenemos que dejar de estar confundidos por esto. En algún momento, como país, tenemos que evaluar lo que está pasando".

Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.

El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos de ese año: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde hubo 12 muertos y 58 heridos; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.

El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.

"Sé que la política de hoy hace que sea menos probable que vayamos a ver una legislación seria sobre seguridad con las armas. He dicho otras veces que es muy improbable que este Congreso vaya a actuar al respecto", ha afirmado Obama. "Creo que algunos periodistas se han tomado eso como una resignación. Quiero dejar claro que no estoy resignado. Tengo fe en que eventualmente haremos lo correcto. Simplemente estaba explicando que tenemos que mover a la opinión pública", continuó.

"La mayoría de los miembros del Congreso temen a la Asociación Nacional del Rifle porque mueve muchos votos"

En un discurso el año pasado, Obama atribuyó parte del problema a que "la mayoría de los miembros del Congreso temen a la Asociación Nacional del Rifle (NRA)", que, junto a la industria armamentística, "está muy bien financiada y tiene la capacidad de mover votos".

Obama ha recordado que el Congreso estadounidense "actúa cuando el público insiste en la acción", y "la opinión pública puede cambiar", como está ocurriendo "con el matrimonio gay y el cambio climático". Y añadió: "Pero tenemos que tener un sentido de urgencia. Nosotros, como pueblo, tenemos que cambiar. Así es como honramos a esas familias en Newtown, a esas familias en Aurora", sostuvo.

Obama ha dicho que no sabe si la legislación para un mayor control de armas que fracasó en el Congreso en 2013 "podría haber prevenido lo que pasó en Charleston, porque ninguna reforma puede garantizar la eliminación de la violencia, pero puede que todavía tuviéramos a algunos estadounidenses más con nosotros".

Cientos de personas se congregaron la noche del viernes en un estadio de Charleston para rendir homenaje a las nueve víctimas del tiroteo del miércoles, cuyo autor, el joven blanco de 21 años, Dylann Roof, ha sido acusado de nueve delitos de asesinato que pueden acarrearle la pena de muerte.

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