JAPON /CUMBRE DEL G7
Obama ha afirmado que el "mundo cambió" con la bomba
nuclear lanzada sobre Hiroshima durante durante la II Guerra Mundial, ya que se
demostró que el hombre "tenía los medios para destruirse a sí mismo".
"Han pasado 71 años desde aquel día –ha dicho-. Era una mañana luminosa y
sin nubes. La muerte cayó del cielo y el mundo cambió".
El mandatario estadounidense ha participado en una ceremonia en el Parque de la Paz de la ciudad junto al primer ministro nipón, Shinzo Abe, a la que también asistieron al menos tres supervivientes del ataque.
Obama, aseguró que la memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima hace siete décadas "nunca debe desaparecer", ya que supone una "esperanza para el futuro" y "alimenta un cambio".
El presidente estadounidense quiso recordar "las voces de las víctimas" de la tragedia, y destacó la necesidad de "mantener viva su memoria, porque alimenta nuestra imaginación, nos permite cambiar y nos da esperanzas sobre un futuro mejor".
"Busquemos un futuro en el que Hiroshima y Nagasaki no sean conocidas como el amanecer de la guerra nuclear si no como el comienzo de nuestro despertar moral", añadió Obama, quien como estaba previsto no pidió disculpas por aquellos bombardeos aunque sí intercambió breves palabras con tres supervivientes del ataque.
Uno de ellos, Sunao Tsuboi, dijo antes de la ceremonia que quería agradecer al mandatario de EE.UU. su visita y decirle que no guarda ningún rencor. Por su parte, Shigeaki Mori, otro superviviente de 88 años, se abrazó a Obama cuando éste se acercó a saludarle pero, según reconoció después, no recuerda lo que le dijo.
Obama ofreció el discurso tras realizar una ofrenda floral ante el cenotafio en memoria a los 140.000 fallecidos por el ataque, la mayoría civiles, y visitar brevemente el Museo de la Paz, que relata con detalle el efecto que tuvo la bomba en Hiroshima.
Por su parte, el primer ministro nipón que también habló durante el acto dijo que Japón había "esperado desde hace mucho esta visita" y que nunca más se deberá repetir lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki hace siete décadas.
Tras una ceremonia de poco menos de una hora, Obama
se dirigió a la base militar estadounidense de Iwakuni, desde donde partirá
hacia Washington. Previamente había participado en la cumbre de dos días de
líderes del G7 en el parque natural de Ise-Shima, a unos 400 kilómetros al este
de Hiroshima.
El pasado abril, el secretario de Estado John Kerry, participó en un acto en el Parque de la Paz junto a los ministros de Exteriores del G7 tras una reunión en la ciudad en la que se firmó una declaración que pedía conseguir avances para lograr una revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) en 2020.
Aunque Obama es el primer presidente en el cargo en visitar Hiroshima, el demócrata Jimmy Carter lo hizo como expresidente en 1984, mientras que el republicano Richard Nixon acudió en 1964, cuatro años antes de convertirse en presidente de los EE.UU.
Tras el
ataque a Hiroshima el 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una segunda
bomba nuclear tres días después sobre la ciudad de Nagasaki, donde murieron
unas 74.000 personas, y seis días más tarde Japón se rindió y puso fin a la II
Guerra Mundial.