ASÍ LO HA DICHO EN LA CIUDAD DE CHICAGO
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha insistido en que el país necesita "un mayor control de las armas de fuego" y ha indicado que "cerca de 400.000 estadounidenses han muerto por disparos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001", lo que "equivale a "perder a toda la población de Cleveland" en solo catorce años.
"Tener menos leyes sobre el control de las armas no significa más libertad, significa más oficiales de Policía muertos. Significa más familias afligidas y más estadounidenses atemorizados, pensando que ellos o sus seres queridos podrían ser los siguientes", ha advertido el mandatario estadounidense.
Obama ha añadido que 32 policías han fallecido por disparos en lo que va de año y "al menos una decena de niños han muerto a tiros este mes". Por ello, ha aprovechado su intervención en la reunión anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía, en la ciudad de Chicago, para pedir la aprobación de leyes para restringir la compra y posesión de armas de fuego.
Por otra parte, el presidente ha apoyado una reforma del sistema de justicia penal y ha abogado por reducir las sentencias a los condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas.
En este contexto, Obama ha recordado que las cárceles de Estados Unidos albergan al 25 por ciento de los presos de todo el mundo, tal y como ha informado la cadena estadounidense Univision.
Ante cientos de agentes de Policía, Obama también ha defendido al movimiento 'Black Lives Matter' (Las vidas negras importan), surgido como respuesta a varias muertes de ciudadanos afroamericanos a manos de policías, y ha asegurado que se trata de "un problema real" que el país tiene que "tomar en serio".
En este sentido, el presidente ha hablado sobre la necesidad de que se lleve a cabo "un debate serio y sólido sobre la ecuanimidad en la aplicación de la ley".