LA COMUNIDAD INTERNACIONAL, PREOCUPADA POR LA SITUACIÓN
El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció la suspensión de unos ejercicios militares conjuntos previstos para el próximo mes con Egipto y la evaluación de otras medidas ante el estallido de violencia en ese país, que ha dejado al menos 525 muertos.
"El pueblo egipcio merece algo mejor que lo que hemos visto en los últimos días. El ciclo de violencia debe detenerse", dijo Obama en una declaración en audio desde la isla de Martha's Vineyard (Massachusetts), donde se encuentra de vacaciones.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, condenó la violencia en Egipto y la calificó de "grave golpe" a los esfuerzos de reconciliación en el país e instó a levantar el estado de emergencia "lo antes posible", ante la preocupación de que se use para justificar nuevas detenciones arbitrarias de manifestantes.
Obama aseguró que su país "no puede determinar el futuro de Egipto" y que Washington "no toma partido" por ninguna de las partes en la crisis que ha dejado ya más de 500 muertos. "Estados Unidos no puede determinar el futuro de Egipto.
Esa es una tarea para el pueblo egipcio", afirmó Obama, a lo que añadió: "No tomamos partido por ningún partido político o figura política".