LE PRESTARÁ MÁS ATENCIÓN AL CONFLICTO PARA QUE SE LE PONGA FIN
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha reconocido este viernes que las informaciones sobre un presunto ataque químico por parte del régimen sirio cerca de Damasco constituyen un "suceso de grave preocupación" pero ha advertido del coste que una eventual intervención militar sobre el terreno podría tener.
En una entrevista concedida a la cadena CNN, Obama ha defendido la decisión de su Administración de no intervenir hasta ahora en la guerra civil si bien ha reconocido que deberá prestar una mayor atención al conflicto si quiere que se le ponga fin.
"Creo que es justo decir que, con lo difícil que es el problema, es algo que va a exigir la atención de América y esperemos que la atención de toda la comunidad internacional", ha afirmado el mandatario.
Respecto a las denuncias de activistas opositores de la muerte de cientos de personas en un ataque químico del Ejército en los alrededores de Damasco, el presidente ha señalado que "lo que hemos visto indica que esto es claramente un gran suceso, de grave preocupación".
"Estamos actuando a través de la ONU para intentar provocar una mejor acción" de los inspectores de Naciones Unidas sobre armas químicas "y hemos pedido al Gobierno sirio que permita una investigación del lugar" aprovechando que los expertos están "sobre el terreno ahora mismo". "No esperamos cooperación, dada la historia pasada", ha agregado.
Así las cosas, Obama ha reconocido también que la situación en Siria es "problemática" puesto que está "empezando a afectar" los intereses de Estados Unidos "tanto en términos de asegurarnos que no proliferan las armas de destrucción masiva como la necesidad de proteger a nuestros aliados y nuestras bases en la región".
Aunque el año pasado aseguró que el uso de armas químicas suponía una "línea roja" que podría empujar a Estados Unidos a intervenir, Obama se ha mostrado más conservador, recordando el coste que ello podría tener y poniendo como ejemplo lo ocurrido en Afganistán.
"A veces, lo que hemos visto es que la gente pide una acción inmediata (...) que no sale bien, nos enreda en situaciones muy difíciles y puede tener como resultado el arrastrarnos a intervenciones muy caras, difíciles y costosas que en realidad alimentan más resentimiento en la región", ha subrayado.