ANTE LOS PROBLEMAS DE SUMINISTRO
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha ordenado el uso de las reservas de gasóleo de calefacción para aliviar la escasez de combustible en las comunidades afectadas por el huracán "Sandy", informó la Casa Blanca en un comunicado.
El mandatario pidió al Departamento de Energía que desbloquee las reservas de diesel ULSD para que el Departamento de Defensa pueda distribuir el combustible y "proveer alivio inmediato a la región afectada".
Obama ha tomado la decisión "basada en los consejo del secretario de Energía y en información sobre el impacto del huracán Sandy en los canales de abastecimiento y distribución" en los estados afectados por la tormenta.
La Casa Blanca indica que la medida intenta paliar las "graves interrupciones en el suministro de energía como resultado del huracán Sandy" y la transferencia de las reservas de gasóleo solo se interrumpirá cuando el Departamento de Energía considere que se han satisfecho las necesidad de la emergencia.
La cifra de muertos en EEUU supera el centenar
El huracán "Sandy" golpeó la costa este de Estados Unidos esta semana ocasionando graves daños a refinerías de petróleo e infraestructuras de distribución de combustible en la costa este, como oleoductos, terminales o puertos.
Además, el esperado aumento de la demanda de las personas afectadas por el corte del suministro ha obligado al Gobierno estadounidense a tomar medidas excepcionales a las puertas de que comience el invierno.
Los esfuerzos de recuperación de la costa este de Estados Unidos tras el paso de "Sandy" continúan centrados en el restablecimiento del suministro eléctrico así como en el aprovisionamiento de petróleo y gas, cada vez más escasos en las zonas afectadas, donde se registran largas esperas para conseguir gasolina.
La cifra de fallecidos por el impacto del huracán "Sandy" en EE.UU. ha superado el centenar, con especial incidencia en el estado de Nueva York, donde han muerto al menos 49 personas, según el recuentos de medios locales.
La tormenta se ha cobrado ya 102 vidas en Estados Unidos, la mayoría por caída de árboles o escombros o por accidentes, aunque también hay casos de personas arrastradas por las aguas.