COMPARECENCIA DESDE LA CASA BLANCA
El presidente de EEUU, Barack Obama, advirtió de que el país está a "diez días de una tragedia", en referencia al "precipicio fiscal", e instó a un acuerdo bipartidista ya que, dijo, "no es el momento de más heridas autoinfligidas". "Justo cuando vemos que la economía comienza a dar signos de mejoría, no es el momento de más heridas autoinfligidas", afirmó Obama en una breve comparecencia en la Casa Blanca sobre las negociaciones encaminadas a evitar la temida combinación de recortes de gasto y subida de impuestos.
"Gobernar es una responsabilidad compartida de ambos partidos, eso significa que cada parte tiene que ceder algo y que no se puede conseguir el 100% de lo que uno quiere", agregó el presidente antes de partir para sus vacaciones navideñas con la familia a Hawai.
Asimismo, señaló que había conversado durante el día con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y el líder de la mayoría demócrata del senado, Harry Reid, a quienes expresó su "disposición" para firmar un acuerdo bipartidista al regreso de las vacaciones navideñas antes de la fecha límite de final de año. "Espero que las vacaciones le den a todo el mundo algo de perspectiva", afirmó Obama.
El presidente lamentó las truncadas negociaciones hasta ahora, y señaló que en estos momentos "los ciudadanos muestran más sentido de la responsabilidad que sus representantes". No obstante, se mostró esperanzado en que se pueda alcanzar un pacto la próxima semana, cuando a partir del 27 de diciembre los legisladores regresen a Washington. "Llámenme un optimista desesperado, pero todavía creo posible alcanzar un acuerdo", subrayó.
La comparecencia de Obama se produce después del fracaso del llamado "plan B" de Boehner, ideado como alternativa al del presidente estadounidense para evitar el precipicio fiscal, tras no encontrar apoyos suficientes de su partido. Este plan contemplaba la subida de impuestos para aquellos hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares.
La expiración de la exención impositiva para la mayoría de los estadounidenses es el principal escollo de la negociación, ya que Obama plantea que se prorrogue para la clase media, pero no para los hogares que ingresan más de 400.000 dólares. Los republicanos, a su vez, se oponen a cualquier subida de impuestos, incluso para las rentas más altas, con el argumento de que daña la inversión privada. De no llegar a un acuerdo antes de fin de año, se calcula que las familias de clase media afrontarían un aumento promedio de impuestos de 2.200 dólares anuales en 2013.