SIGUE BUSCANDO APOYOS PARA UN POSIBLE ATAQUE
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha considerado que es "demasiado temprano" para determinar si dará resultado la propuesta rusa para que el régimen sirio ceda el control de su arsenal químico a la comunidad internacional, pero que es importante intentarlo.
"Es demasiado temprano para determinar si esta oferta tendrá éxito, y cualquier acuerdo debe verificar que el régimen de (Bachar al) Asad cumple con sus compromisos", dijo Obama durante un discurso de 15 minutos a la nación desde el Salón Este de la Casa Blanca.
"Pero esta iniciativa tiene el potencial de eliminar la amenaza de las armas químicas sin el uso de la fuerza, particularmente porque Rusia es uno de los más firmes aliados de Asad", señaló el mandatario.
Obama dijo que su secretario de Estado, John Kerry, se reunirá el próximo jueves con su homólogo ruso mientras él continuará sus propias discusiones sobre una salida a la crisis siria con el presidente Vladimir Putin.Agregó que, tras consultas con Francia y el Reino Unido, Estados Unidos trabajará estrechamente con Rusia y China para tramitar una resolución ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que obligue a Al Asad a desarmarse y a destruir esas armas químicas bajo control internacional.
En su discurso, un día después de la propuesta rusa, Obama mantuvo dos líneas fundamentales: la necesidad de mantener la presión sobre Al Asad con la amenaza de un posible ataque militar, e intentar también la solución diplomática.
Obama reconoció que la idea de un posible ataque militar "no será popular", pero insistió en que la comunidad internacional no puede permitir el futuro uso de armas químicas que, de paso, envalentone a regímenes como el de Irán y que ponga en riesgo la seguridad en Oriente Medio.
En general, los demócratas aplaudieron el tono y contenido del discurso televisivo de Obama, mientras que algunos republicanos criticaron su política exterior hacia Siria o mostraron escepticismo sobre el plan ruso para desarmar al régimen del presidente Bachar Al Asad.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el demócrata "número dos" en ese órgano legislativo, Xavier Becerra, elogiaron por separado el discurso de Obama, e indicaron que la "amenaza creíble" de una acción bélica demuestra su firme liderazgo y su disposición a agotar todas las alternativas antes de recurrir al uso de la fuerza.
El senador demócrata por Michigan y presidente del Comité de Servicios Armados, Carl Levin, consideró que lo mejor que puede hacer el Congreso para apoyar una salida diplomática es "aprobar una resolución que autorice el uso de la fuerza". En ese mismo sentido se pronunció el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, quien agregó que si falla la iniciativa diplomática, un ataque militar enviará un "mensaje inequívoco al régimen de Asad y otros actores internacionales".
Por su parte, los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham lamentaron en un comunicado conjunto que Obama no haya hablado con más contundencia sobre aumentar la ayuda militar a fuerzas de la oposición moderadas en Siria, como el Ejército Libre Sirio", y que tampoco haya ofrecido "un plan más claro para comprobar la seriedad del plan ruso y sirio" de poner las armas químicas bajo custodia internacional.
En su cuenta en Twitter, sin embargo, Graham dijo estar dispuesto "a darle tiempo a que madure" esa propuesta. Mientras, el senador republicano por Iowa, Chuck Grassley, expresó dudas de que un ataque militar limitado cumpla los objetivos de Obama, aunque apoyó la idea de explorar el plan ruso. El presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, criticó el manejo de Obama de la crisis siria y afirmó que, a su juicio, esa "diplomacia sin timón ha avergonzado a EE.UU. en la arena internacional".