AMNISTÍA INTERNACIONAL

El número de ejecutados en 2013 aumenta un 15% impulsado por las cifras de Irak e Irán

Un pequeño grupo de países encabezado por China, Irán e Irak fue responsable del aumento en un 15 % de las ejecuciones de presos en el mundo en 2013, en medio de una tendencia global a la abolición de la pena de muerte.

Así lo indica un exhaustivo informe divulgado por la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), cuyo secretario general, Salil Shetty, asegura que "los Estados que se aferran a la pena de muerte van a contracorriente de la historia y están cada vez más aislados". La directora de asuntos globales de AI, Audrey Gaughan, dijo en rueda de prensa en Londres que actualmente hay 22 países que aún aplican activamente la pena de muerte, frente a 25 en 2004, lo que refleja "una tendencia positiva hacia la abolición". Según la lista elaborada por Amnistía, el país que más ejecuciones realizó en 2013 fue China, si bien "no se tienen cifras concretas porque la pena de muerte se aplica con gran secretismo" y cualquier estimación "sería a la baja".

Después del gigante asiático, Irán es el país que más condenados mató el año pasado, al menos 369 -un 18 % más que en 2012-, seguido de Irak, donde se han documentado al menos 169 muertes, un aumento del 30 % con respecto al año anterior. Les siguen Arabia Saudí (al menos 79), Estados Unidos (39), Somalia (como mínimo 34), Sudán (al menos 21), Yemen (más de 13), Japón (8) y Vietnam, con un mínimo de 7. Excluidos China, Egipto y Siria (de donde no se tienen datos), se confirmaron 778 ejecuciones en 2013, cifra que comparada con las 682 del año anterior supone un aumento de casi el 15 %.

AI subrayó un año más "la vergüenza" de las ejecuciones en EE.UU., primera potencia mundial y supuesto adalid de la democracia, el único país de las Américas que ejecutó a presos el año pasado. La experta Chiara Sangiorgio señaló que, pese a persistir en ese país la pena de muerte, hubo avances en 2013, con una reducción de las ejecuciones del 10 % y la abolición de la pena capital en el estado de Maryland.

El investigador de Amnistía Javier Zuñiga destacó la buena evolución de América Latina, pues se ha erradicado la pena de muerte "excepto por Guatemala y Cuba, que en todo caso hace tiempo que no la aplican". No obstante, el experto avisó de que hay algunos países, como México o Colombia, "donde las fuerzas de seguridad del Estado practican ejecuciones extrajudiciales". AI condenó las recientes penas de muerte impuestas en masa en Egipto -el mayor número de una sola vez, más de 500- y advirtió de que el año pasado no pudo documentar probables ejecuciones en ese país y en Siria. Aunque algunos países, como Kuwait y Vietnam, han retomado el uso de la pena de muerte, otros como Gambia, Emiratos Árabes o Pakistán lo han suspendido, lo que supone "un importante avance", según el informe. Bielorrusia tampoco ejecutó a nadie en 2013, con lo que la región de Europa y Asia Central estuvo libre de la aplicación de pena capital por primera vez desde 2009.

Al final del año pasado había en el mundo al menos 23.392 condenados a muerte y Shetty reiteró su petición "a los Gobiernos que matan en nombre de la justicia para que impongan de inmediato una moratoria" con miras a abolir esa práctica. Los métodos empleados en 2013 para matar a los reos fueron la decapitación, electrocución, fusilamiento, la horca y la inyección letal, y Amnistía destaca el aumento de la aplicación de la pena por delitos no mortales, como el robo, por drogas o económicos, así como por adulterio o blasfemia, "que ni siquiera deberían ser delitos".

AI expresó su preocupación por la ejecución de personas que eran menores cuando presuntamente delinquieron, en países como Arabia Saudí, y por las pocas garantías de los procesos judiciales. Por otra parte, Gaughan señaló que los 140 países que han abolido la pena de muerte "pueden hacer mucho para presionar a los (58) que la siguen aplicando", por ejemplo apoyar económicamente a movimientos nacionales contrarios a la práctica. Zuñiga dijo a Efe que los países de la Unión Europea (UE) son de los que más hacen, pues "no aceptan la adhesión de Estados que apliquen esa pena ni permiten extradiciones a territorios que torturan y ejecutan".

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