EN INGLATERRA
Es el mejor regalo que nadie podía esperar. Un nuevo corazón para Sophie Maxwell, de tres años, que le ha dado una nueva oportunidad para vivir. En las navidades pasadas, los médicos le comunicaron que necesitaba un nuevo corazón, por lo que sus padres se han enfrentado a una agonizante espera de casi 12 meses para encontrar un donante.
Kerryanne e Ian, sus padres, quedaron devastadas cuando los médicos les dieron un plazo de un año para encontrar un donante, y si no lo encontraban, pondrían fin a todos los cuidados que recibía la pequeña. Pero ellos, lejos de darse por vencidos, lo lograron y encontraron un nuevo corazón para su hija a tan sólo 11 días de que se cumpliera el plazo.
Los padres de Sophie, de Newcastle-upon-Tyne (Inglaterra), han luchado mucho para salvar su vida desde que los médicos le diagnosticaron el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, una enfermedad congénita que afecta el flujo sanguíneo. "He luchado por ella durante tres años y tenía que darle la oportunidad de poder llevar una vida normal", cuenta la madre en una entrevista recogida por el Daily Mail.
Sophie se ha sometido a la cirugía y, por fin, ha vuelto a sonreír. "Antes de la operación su piel parecía de color azul porque su corazón no funcionaba correctamente, pero tan pronto como la vi después de la cirugía, presentaba un color rosado saludable", añade Kerryanne, que reconoce que ésto es "todo lo que quería para Navidad".