Corona Británica
Siguen los rumores sobre el estado de salud de Kate Middleton después de que el príncipe Guillermo se ausentase en el funeral de Constantino de Grecia en Windsor.
Desde que Kate Middleton se sometió a una cirugía abdominal el pasado 16 de enero, muchos han sido los rumores sobre la operación y su estado de salud. Se especulaba si padecía algún tipo de cáncer, pero la Corona Británica emitió hasta dos comunicados hace más de un mes para aclarar que se encontraba bien, aunque se ha visto obligada a cancelar todo tipo de compromisos de su agenda.
Sin embargo, en los medios británicos ha vuelto a sorprender el hecho de que ni la princesa de Gales ni su marido Guillermo acudiesen al funeral de Constantino de Grecia en Windsor. La Casa Real ha despejado todas las dudas sobre si se había sometido a coma inducido negando que su estado de salud se haya agravado. "Fuimos muy claros desde el principio en que la Princesa de Gales estaría fuera hasta después de Pascua y el Palacio de Kensington solo proporcionaría actualizaciones cuando algo fuera significativo", reza el comunicado.
Parece ser que así, la realeza británica pretende ser transparente y no alertar a la ciudadanía. Kate Middleton se sometió a una cirugía abdominal y estuvo de diez a catorce días ingresada en el hospital Clinic de Londres. Tras permanecer en el centro ese tiempo, siguió la recuperación en su casa y desde entonces, pocos datos se han emitido sobre su salud.
El príncipe Guillermo visitó este martes la sinagoga de Marble Archa, en la capital londinense. Allí fue recibido con un ramo de flores para la princesa y mencionó a su esposa en unas declaraciones a los medios de comunicación. Demostró que Middleton estaba puesta en los temas de actualidad mientras se recupera de la operación. "Tanto Kate como yo estamos extremadamente preocupados por el aumento del antisemitismo", señaló a los periodistas.
Lo cierto es que muchas personas se preguntan por qué hay una falta de trasparencia en el caso de la princesa de Gales y no en el caso de otras figuras de la realeza británica. Mismamente se anunció desde la Corona hace unas semanas que el rey Carlos III padecía cáncer tras someterse a una operación de próstata. O también, la propia Sarah Fergusson -expareja del príncipe Andrés-, informaba en redes que había sido diagnosticada de cáncer de piel.
Ahí está quizá la clave para saber por qué hay tantos rumores. Que se den detalles sobre el diagnóstico de Carlos III y no sobre lo que le sucede a Kate Middleton puede ser el origen de las preocupaciones que hay entre la sociedad británica sobre su estado de salud.
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