Estados Unidos

Nuevo caso de abuso policial en Estado Unidos donde un afroamericano murió asfixiado tras ponerle una capucha en la cabeza

Los hechos ocurrieron en marzo, pero ahora la familia ha sacado a la luz las imágenes que le provocaron la muerte a Daniel Prude.

Salen ahora a la luz imágenes de otro acto de presunta brutalidad policial contra un afroamericano en Estados Unidos. Los hechos ocurrieron en Rochester, Nueva York.

La víctima falleció asfixiada después de que un grupo de policías cubriera su cabeza con una capucha y presionase su rostro contra el suelo durante más de dos minutos.

Daniel Prude murió el 30 de marzo, siete días después de este fatal incidente. Un médico forense ha concluido que su muerte fue un homicidio.

Su muerte no salió públicamente hasta el miércoles, cuando su familia realizó una conferencia de prensa y dio a conocer el vídeo de la cámara del cuerpo de la policía y los informes que obtuvieron a través de una solicitud de registros públicos.

El vídeo muestran a Prude, quien se había quitado la ropa, y obedeciendo a la policía que le pide que se tire al suelo y ponga las manos detrás de la espalda.

Prude está gritando mientras los oficiales lo dejan tirado en el pavimento esposado mientras cae una ligera nieve.

Luego, le pusieron una capucha sobre su cabeza, que se trataría de un dispositivo destinado a proteger a los oficiales de la saliva de un detenido.

En ese momento, Nueva York se encontraba en los primeros días de la pandemia de coronavirus. Luego, el oficial golpea la cabeza de Prude contra el suelo.

Un oficial apoya la cabeza contra el pavimento con ambas manos y dice "deja de escupir" mientras los gritos de Prude se convierten en gemidos y gruñidos.

Otro oficial coloca una rodilla en su espalda.

Un médico forense concluyó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por "complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física".

El informe enumera el delirio excitado y la intoxicación aguda por fenciclidina, o PCP, como factores contribuyentes.

Prude era de Chicago y acababa de llegar a Rochester para visitar a su familia. La policía respondió a una llamada después de que Joe Prude avisara al 911 para informar que su hermano había salido de su casa y estaba experimentando problemas de salud mental.

Los manifestantes se reunieron el miércoles frente al edificio de seguridad pública de Rochester, que sirve como cuartel general de la policía.

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