EN MACEDONIA
Archi no es el único canguro albino del zoo de Skopje. Una hembra, Piksi, vive en el rincón australiano de este parque desde hace un par de años y es uno de los animales más accesibles, al que los visitantes pueden tocar y tomar fotos.
El recién llegado pertenece a la familia de los ualabíes, un macropódido considerablemente más pequeño que un canguro, y es el séptimo de esta especie en el zoo. De hecho, la madre de Piksi es también tía de Archibald.
El albinismo aparece como resultado del apareamiento entre familiares. Es muy complicado criar y mantener sanos a los albinos, ya que tienen un sistema inmunológico un 50% más débil que los demás animales. Por este motivo, las crías albinas están fácilmente expuestas a infecciones y enfermedades y la lactancia es mucho más difícil.
Archibald todavía no se aleja demasiado de su madre, Shiksi. Solo en raras ocasiones salta algo más allá para explorar sus alrededores, donde mastica pequeñas ramas y hojas del suelo, para volver a esconderse rápidamente a la bolsa que ha sido su hogar durante meses.
Los canguros adultos de Skopje se alimentan de heno, hierba fresca, avena, maíz, cebada y frutas y verduras de temporada. Los guardas evitan darles productos que contengan gluten y lactosa pues afirman que podrían desarrollar alergias.
El jardín zoológico de Skopje fue fundado en 1926 con un tamaño inicial de 4 hectáreas y con el tiempo creció hasta las 12 hectáreas actuales que sirven de hogar a 500 animales de 100 especies de mamíferos, aves, insectos y reptiles. Se trata de uno de los lugares más visitados de Skopje y sin duda ahora lo será aún más con la incorporación de este canguro blanco.