MANCHESTER, REINO UNIDO
La prensa británica la ha bautizado como la "enfermera muerte". Rebecca Leighton de 27 años, una enferma del hospital de Manchester, inyectó, presuntamente, a sus pacientes insulina en ampollas mezclada con agua salitrosa. Una sustancia que se utiliza para normalizar el azúcar en sangre, pero que mezclada con agua y sal acaba siendo un cóctel mortal.
La policía ha descubierto en el almacén del hospital un lote de 36 ampollas que habían sido manipuladas, supuestamente, por ella.
Fue otra enfermera del hospital la que dió la voz de alarma al darse cuenta de la manipulación.
En las últimas horas el caso se ha ampliado: se investigan dos muertes más. Se cree que al menos 14 personas habrían recibido la solución contaminada.