Varamientos
Los equipos de rescate de Nueva Zelanda han liberado a decenas de ballenas varadas por segunda vez en menos de 24 horas. Un grupo de 49 ballenas apareció el lunes cerca de Farewell Spit, el arenal natural más largo del mundo, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Nueve ballenas murieron, pero otras 28 han vuelto a aparecer varadas en menos de un día. Se trata de ejemplares de ballenas piloto de la especie 'Globicephala melas', que ya han sido trasladadas a aguas profundas y puestas en libertad, según ha señalado el departamento de Conservación neozelandés a la agencia Efe.
Los mamíferos están siendo vigilados por un equipo de rescate y varios voluntarios para evitar que el incidente vuelva a repetirse.
De hecho, las autoridades de Nueva Zelanda ya han advertido de la dificultad de contabilizar los animales en su hábitat y de los registros de los cadáveres provocados por las condiciones de las aguas.
Los científicos investigan los varamientos de ballenas
La aparición de estas ballenas no es la primera en la isla neozelandesa. En 2017, unas 700 ballenas quedaron varadas también en la zona de Farewell Spit, de las que 250 murieron. Sin embargo, el mayor varamiento de esta especie se produjo en 1918 en las Islas Chatham, a unos 800 kilómetros de la costa del país, con mil ballenas varadas.
El varamiento más reciente se produjo en septiembre de 2020 en Australia, con la aparición de 500 ejemplares de ballenas piloto, más de la mitad muertas. Los científicos apuntaron entonces a que las ballenas se habían acercado a la costa en busca de alimento.
La repetición de estos sucesos ha inquietado a la comunidad científica, incapaz de explicar por qué estos cetáceos se desvían de sus rutas. Por ahora, una de las hipótesis apunta a que las ballenas se extravían atraídas por la contaminación acústica o son guiadas por un líder desorientado.