EEUU | EL TRANSPORTE PÚBLICO CERRARÁ
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, ordenó la evacuación obligatoria de todas las personas que vivan en áreas localizadas bajo el nivel del mar, lo que afecta a unos 250.000 neoyorquinos, ante la llegada a la costa este de Estados Unidos del huracán 'Irene'.
En una medida sin precedentes en la historia de la ciudad, la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) suspenderá así los sistemas de autobús, metro y ferrocarril a partir del mediodía del sábado (16.00 GMT) y no se reanudarán hasta el lunes a las 7.00 hora local (11.00 GMT).
Cuomo afirmó que la MTA llevará a cabo un "cierre total" en el que todos los vehículos comenzarán su última ruta a esa hora "para asegurarse de que el sistema continuará siendo operativo después de la tormenta".
El gobernador añadió que asimismo se cerrarán al tráfico zonas potencialmente peligrosas de sufrir inundaciones como la autopista interestatal Thruway y los seis puentes que unen la isla de Manhattan con los barrios de Brooklyn y Queens, así como el estado de Nueva Jersey, si los vientos sostenidos de "Irene" superan los 100 kilómetros por hora.
Por otra parte, se ha comenzado a evacuar los hospitales y asilos situados en terrenos bajo el nivel del mar, que deberán estar totalmente desalojados antes de las 20.00 hora local (00.00 GMT del sábado).
Así lo confirmó la portavoz de uno de los hospitales afectados en Coney Island, donde los funcionarios sanitarios trabajan contrarreloj para trasladar a pacientes -incluidos recién nacidos y ancianos- en ambulancias despachadas desde otros centros médicos de la ciudad.
Todavía está por decidir si también se evacuará a los residentes de áreas por debajo del nivel del mar en las zonas de Battery Park City en Manhattan, Coney Island en Brooklyn, Far Rockaways en Queens y algunos barrios de Staten Island.
Las autoridades han suspendido además hasta el lunes todas las obras y se recomienda a los ciudadanos evitar parques y jardines por el riesgo de caídas de árboles y las playas por el fuerte oleaje ante la llegada de "Irene", el primer huracán que amenaza territorio estadounidense desde 2008, cuando "Ike" impactó en Texas.