Muerte de la reina Isabel II
Londres valora cómo proteger a los líderes mundiales en su llegada al funeral de la reina Isabel II. Reino Unido implanta medidas inéditas ante una cita histórica. Las detallamos, a continuación.
El funeral de la reina Isabel II reunirá a los líderes más reconocidos del planeta, tanto gobernantes como monarcas y jefes de Estado. El hecho de que Londres cuente con unas calles más estrechas de lo habitual impide que las famosas comitivas puedan circular una detrás de otra, por lo que ya se valoran medidas para poder proteger a los líderes mundiales sin necesidad de que tengan que usar transporte privado, lo cual ya empieza a generar controversia.
Las propuestas por parte del Gobierno británico consisten, principalmente, en evitar multitudes. Por ello, instan a los líderes mundiales a evitar transporte privado en lo relativo a los aviones, recomendando que usen vuelos comerciales. Por otro lado, instan a dejar de lado las comitivas y que los líderes se desplacen en autobús hasta la Abadía de Westminster, donde todos ellos se reunirán para dar el último adiós a la histórica gobernante de Reino Unido.
Los escoltas no están de acuerdo
Desde Estados Unidos, no consideran satisfactoria la propuesta, puesto que creen que Joe Biden y su mujer Jill quedarían muy expuestos si no van a bordo de su famoso coche presidencial, el cual es completamente antibalas y podría protegerles en cualquier inconveniente. Algo parecido ocurre en Japón, donde se cree que las medidas que se pretenden adoptar no protegerían en absoluto al emperador Naruhito ni a su esposa, que le acompañará al sepelio.
Todavía falta por confirmarse la lista oficial de personas que acudirán al entierro. Muchos ya han dado su confirmación de que acudirán pero otros no, por lo que el despliegue de seguridad, que contará con medidas extremas, podría variar en función de las personas que acudan. No obstante, Reino Unido ya cuenta con que, al menos, habrá 500 altos representantes de los países que han sido formalmente invitados, y podría llegar a superar los 1.500 en el pronóstico más inesperado.