Profesan una variante del Islam
Las autoridades de Bangladesh han prohibido a la población arrendar viviendas o acoger en ellas a los más de 400.000 rohinyas llegados a territorio bangladesí desde hace tres semanas, cuyo movimiento quedará limitado "a campos determinados" del distrito de Cox's Bazar. "(Los rohinyas) no pueden quedarse o refugiarse en las casas de parientes o conocidos fuera del campamento. Estarán en un campo determinado hasta que regresen a casa", anunció en un comunicado la Policía de Bangladesh.
Los más de 400.000 miembros de esta minoría musulmana que han huido de la ola de violencia de Birmania (Myanmar) desde el 25 de agosto también verán restringida su libertad de movimientos. "Su estancia y movimiento estará limitada a un campo específico en Cox's Bazar. (...) No podrán viajar o vagar en otras áreas fuera del campo. No podrán viajar de un lugar a otro por carretera, tren o vía marítima", añadió la nota. La Policía conminó también a conductores y transportistas a no llevar en sus vehículos a los rohinyas y pidió a la población que informe a las autoridades del posible incumplimiento de estas órdenes.
El 60% de los rohingya que han huido en las últimas semanas de Birmania a causa de la violencia por parte del Ejército birmano son menores de 18 años, según ha alertado la responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Bangladesh, Sara Bordas, lo que les convierte en los principales afectados por esta crisis humanitaria. Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.
Desde el 25 de agosto, cientos de miles de rohingyas han huido del estado birmano de Rajine a Bangladesh, por la ola de violencia que comenzó con una serie de ataques de milicianos contra las fuerzas de seguridad birmanas y una contraofensiva militar que ha dejado al menos 400 muertos. De acuerdo los cálculos preliminares de UNICEF, de los casi 400.000 rohingya han huido de Birmania desde entonces, cerca de 230.000 son menores de 18 años y las agencias humanitarias se encuentran desbordadas. "No paran de llegar cada día y las cifras siguen aumentando muchísimo. Esto sólo empezó el 25 de agosto, por lo que en tres semanas el número de rohingya se ha cuadriplicado. Es muchísima gente en un periodo muy corto de tiempo", ha apuntado Bordas.
Según ha explicado, la situación en la que llegan la mayor parte de los rohingya que huyen de Rajine es dramática. "Llegan con hambre, aspecto desgastado y muchísimo trauma psicológico", ha señalado. Muchos de los miembros de esta comunidad étnica han logrado alcanzar la frontera huyendo de la violencia después de andar hasta 14 días sin descanso y apenas recursos. "En las crisis naturales, los que más mueren son los niños y las mujeres. En esta oleada es todo lo contrario. Aquí son los que más llegan", ha explicado.
La responsable de UNICEF ha subrayado el grado de vulnerabilidad que tienen los menores y las mujeres, en algunos casos embarazadas, para sobrevivir en este tipo de situaciones de emergencia humanitaria. "Según nuestros cálculos, hay cerca de un cuarto de millón de niños. La mayoría van desnudos, están en estado de 'shock' y necesitan ayuda urgente", ha añadido.
Tal y como ha explicado Bordas, las agencias humanitarias presentes en la zona están al borde de sus capacidades. "La situación en Bangladesh nos está sobrepasando, ya que hemos pasado de gestionar unos 100.000 refugiados a casi medio millón en cuestión de días, ha señalado la responsable de UNICEF en el país. En la región fronteriza con Birmania, sólo hay dos campos para refugiados "formales", según ha explicado Bordas.
Debido al hecho de que la comunidad rohingya lleva décadas siendo el blanco de persecuciones por parte del Ejército birmano, algunos de sus ocupantes llevan años residiendo en estos recintos. Como consecuencia, ante la falta de espacio, se formaron otros cuatro asentamientos adyacentes al aire libre, una cuarta parte de los cuales fue creado a raíz de la oleada de exiliados rohingya anteriores. "Pero ahora el número de personas se ha triplicado, la situación es caótica y no hay espacio por ninguna parte.Como no cabían, se han creado tres campos nuevos más cerca de la frontera. Están viviendo a campo abierto y no hay tienen ningún tipo de servicios", ha señalado Bordas.
Según ha expuesto la responsable de UNICEF, uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan ahora en Bangladesh es conseguir que los recién llegados se queden en un sitio de manera fija: "Se están continuamente trasladando de un lado a otro debido a la desesperación por la falta de espacio".
"Son generaciones y generaciones de niños y adolescentes perdidas", ha apuntado Bordas. "Cuando hablas con ellos y les preguntas no son capaces de responderte, porque no ven ninguna posible solución de futuro", ha asegurado.
Esta llegada masiva de refugiados rohingya ha motivado que el Gobierno de Bangladesh haya reactivado un plan ampliamente criticado por organizaciones humanitarias para reubicar a miles de estas personas en una isla deshabitada e inestable llamada Thengar Char, que surgió de los sedimentos de la costa de Bangladesh hace once años y se encuentra a dos horas en barco del asentamiento más cercano.
La zona es muy vulnerable a los ciclones. Algunas islas cercanas tiene una amplitud de marea -la diferencia vertical entre la marea alta y la marea baja- de seis metros, lo que significa que un fuerte ciclón durante un periodo de marea alta podría dejar la isla completamente sumergida.
No obstante, Bordas ha subrayado que incluso la posibilidad de trasladar a los refugiados a la isla puede verse como una solución. "La idea de la isla siempre se puede ver de otra manera, como una potencial solución de integración", ha apuntado. Para la trabajadora humanitaria es muy poco probable que la violencia en Rajine contra los rohingya vaya a finalizar en un futuro próximo, por lo que se ha mostrado convencida de que la respuesta adecuada es buscar un lugar donde acoger a esta comunidad.
La responsable para Bangladesh ha resaltado la importancia que tiene hacer propuestas que supongan soluciones a largo plazo definitivas y ha recalcado la necesidad de mantener la atención mediática en esta crisis. "Es muy importante que los medios de comunicación no se olviden de esta crisis mañana. Hay que encontrar soluciones a largo plazo, no simplemente de asistencia humanitaria y luego nos olvidamos de esta crisis y pasamos a la siguiente", ha concluido.