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Un niño se traga un lápiz de 10 centímetros y lo expulsa sin quejarse dejando a los médicos alucinados

Un niño de 7 años se traga un lápiz y se pasa horas jugando y sin dolor antes de acudir al médico.

Un niño en un hospital Freepik

Siempre recomiendan ser muy cuidadosos con los objetos, especialmente pequeños, que se dejan al alcance de los niños por el riesgo de que lo agarren y se lo metan a la boca. Un estudio de 'Science Direct' revela que los objetos más comunes ingeridos por niños son monedas provocando una sensación de dolor en el pecho y disfagia.

El estudio revela que casi la mayoría de casos, alrededor del 89%-90% "los cuerpos extraños gastrointestinales desaparecen involuntariamente sin necesidad de intervención". Aunque un objeto así, alargado y afilado, es muy difícil que pase de forma natural y sin dolor.

Sin embargo, este insólito caso ha asombrado a los médicos: un niño de 7 años se traga un lápiz, al parecer, mientras jugaba con él, y lo expulsa sin queja alguna. "La radiografía abdominal inmediata reveló un lápiz en el estómago con una longitud estimada de aproximadamente 10 cm y sin signos de complicaciones", asegura el informe.

Acudió sin síntomas, ni vómitos. Es más, los resultados del examen médico fueron normales: el abdomen era blando, no doloroso... Hubo que hacerle una radiografía para comprobar que el niño tenía una largo lápiz en el estómago -y que este no le estaba causando molestia alguna-. Tampoco se observaron signos de posible obstrucción, perforación o peritonitis en las continuas radiografías realizadas.

Los médicos le dieron una dieta "semisólida" donde le recomendaron beber mucha agua y comer un plátano. A las 24 horas, el chico expulsó el lápiz en las heces. "Inmediatamente se realizó una radiografía de confirmación, que no reveló ninguna de las partes -del lápiz- en el tracto gastrointestinal".

Los médicos quedaron asombrados con este caso "poco común" y concluyen que el tratamiento de los objetos que los niños se tragan debe ser individualizado.

Este caso sucedió en Nepal y el niño de 7 años estuvo jugando durante varias horas después de acudir al hospital donde le realizaron varias radiografías que confirmaron que se había tragado un lápiz de madera.

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