EEUU | NIÑO PRODIGIO
Todo empezó una tarde cuando la madre de Jacob Velazquez, un niño de 5 años residente de Pembroke Pines, EEUU, estaba en la cocina y escuchó música procedente del salón.
En un primer momento pensó que era su marido, pero en seguida recordó que el padre del niño estaba trabajando y fue al salón, donde quedó sorprendida al ver que era su hijo el que manipulaba el piano.
Gracias a su memoria fotográfica aprendió a tocar su primera sonata de Beethoven en tan sólo tres semanas, sin saber leer partituras. Sus padres decidieron inscribirlo en una audición. Tuvo que aprender de memoria diez piezas clásicas. "Lo hizo genial, de hecho, superó las expectativas" comentó su padre a Local 10.
Las piernas de Jacob son tan cortas que no llegan a los pedales. El niño, al contrario que otros prodigios, disfruta realizando esta actividad porque "ha conseguido aprender muchas canciones".