Piezas Lego
Un niño de siete años ha llevado en la nariz una pieza de Lego durante dos años. Se insertó él mismo la pieza y los padres de Sameer Anwar lo llevaron al hospital en Nueva Zelanda, aunque sin resultados.
El médico informó de que la pieza se movería a través del tracto digestivo. Los padres se olvidaron del accidente pensando que saldría en algún momento, ya que el niño no se quejaba por dolor.
"Desde entonces nunca se ha quejado", explican los padres a 'The Guardian'. La pieza se trataba de un brazo de un personaje de Lego.
Le empezó a doler la nariz y salió
Una noche, tras dos años con la pieza en la nariz, la pieza salió del interior de la nariz. Sameer Anwar se inclinó a por unas magdalenas recién hechas, cuando le comenzó a doler la nariz.
Su madre ayudó a que se sonara la nariz, ya que pensó que le habría entrado alguna miga de las magdalenas. El objetivo era limpiar las fosas nasales.
La pieza había quedado ya en el olvido porque pensaron que se habría movido hace tiempo. Sin embargo, al sonarse, la pieza de Lego cayó de la nariz cubierta de hongos. "Nunca esperábamos tal cosa", afirmaron.
No es la primera vez que ocurre
No es la primera vez que Sameer Anwar se mete un objeto en la nariz. Cuando tenía tres años se metió una perla de imitación en la nariz, aunque en ese caso su padre consiguió retirarla.
Es común que los niños se introduzcan piezas de Lego en la nariz debido a su tamaño diminuto. Lo mismo ocurre con comida como guisantes o los granos de las palomitas de maíz.