China
El coronavirus está obligando a miles de personas a confinarse en sus casas. En ocasiones la situación se torna grave. Este es el caso de un niño de cinco años que fue testigo de la muerte de su abuelo y ha estado conviviendo solo con su cadáver varios días en la provincia china de Hubei.
Según ha informado 'The Guardian' los funcionarios fueron los que descubrieron al anciano muerto cuando acudieron al domicilio para hacer los controles debido a la epidemia que asola ese lugar. Las autoridades chinas impiden a los ciudadanos abandonar sus hogares. Son los funcionarios los que recorren a diario esas zonas y les proporcionan alimentos.
Cuando los trabajadores acudieron al lugar, le preguntaron al niño por qué no pidió ayuda. Éste les dijo que "Hay un virus ahí fuera".