Inglaterra
La madre del pequeño ha relatado la terrible experiencia que vivieron.
Una madre ha revelado la trágica historia de cómo estuvo a punto de ver a su hijo de 4 años morir tras consumir una bebida helada. Ocurrió en Nuneaton, Warwickshire (Inglaterra). El pequeño estaba jugando a los bolos con un amigo cuando ambos se tomaron un pequeño granizado de fresa. Poco después cayó desplomado.
Beth Green, de 24 años, ha relatado lo ocurrido al 'Daily Mail'. Comenzó a preocuparse cada vez más cuando su hijo comenzó a "alucinar" y "arañarse la cara", lo que llevó a la madre a llevarlo rápidamente al hospital. Después de perder el conocimiento, los médicos comenzaron a reanimar al niño. Fue entonces cuando sus niveles de azúcar en sangre cayeron a niveles peligrosamente bajos.
La mujer temió que su hijo muriera porque los latidos del corazón "extremadamente lentos". Un sanitario comentó que si no lo hubieran llevado a un hospital el final hubiera sido fatal. Al cabo de unos meses revelaron a los padres que había sufrido una intolerancia al glicerol tras tomar el granizado.
En agosto de 2023, la Agencia de Normas Alimentarias (FSA) emitió una nueva guía voluntaria para la industria sobre el glicerol en bebidas granizadas advirtiendo que no deben venderse a niños de cuatro años o menos. Según este organismo gubernamental, en niveles de exposición muy altos, la intoxicación por glicerol puede provocar shock, hipoglucemia y pérdida del conocimiento.
"El principal consultor nos dijo que si lo hubiéramos llevado a casa en lugar del hospital, habría muerto. Fue una comprensión muy aterradora", explicó la madre. Finalmente su hijo salvó la vida.