Guatemala
La mayoría de estos embarazos, empezando por los de las niñas de 10 a 14 años, son producto de la violencia sexual que sufren.
Los embarazos forzados de niñas y adolescentes se han convertido en una lacra en Guatemala. Datos del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva de Guatemala (OSAR) revelan que solo en los dos primeros meses de 2022, 12.379 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años dieron a luz en todo el país. Solo entre 2015 y 2019, las cifras de embarazos en niñas y adolescentes aumentaron de 103.937 a 114.858, según datos recopilados por la organización.
El oficial senior de programas de Planned Parenthood Global en Guatemala, José Ros Silvestre, explica que "la situación de embarazos forzados en Guatemala es escalofriante, especialmente en el caso de las niñas". El especialista señala que la mayoría de estos embarazos, empezando por los de las niñas de 10 a 14 años, son producto de la violencia sexual que sufren, especialmente dentro de su hogar o comunidad.
Según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las niñas y mujeres son aún más vulnerables a la violencia sexual cuando los espacios en los que viven están controlados y disputados por las pandillas y el narcotráfico. Con respecto al acceso a la Justicia, la directora de OSAR asegura que solo el 2 % de los casos llegan a una sentencia: "Y no es que todo sea condenatorio, muchas veces los dejan en libertad".
Con el otro 98 % "es como si no pasara nada. No cambia la vida de la niña, no hay un proceso de investigación", añade. Según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las niñas y mujeres son aún más vulnerables a la violencia sexual cuando los espacios en los que viven están controlados y disputados por las pandillas y el narcotráfico.
¿En qué casos se puede abortar en Guatemala?
En Guatemala, la ley permite una interrupción del embarazo por razones terapéuticas, para evitar un riesgo a la vida de la mujer. A pesar de eso, las niñas siguen arriesgando sus vidas con embarazos forzados, sin una respuesta adecuada del Estado.