LA MÁS JOVEN EN CONSEGUIRLO
Montannah Kenney, una estadounidense de solo siete años, ha escalado la montaña más alta de África junto a su madre con la ilusión de rendir homenaje a su padre fallecido.
Montannah se ha convertido en la persona más joven de la historia en llegar a esta cima, y ha sido gracias al apoyo de su progenitora, Hollie Kenney, una extriatleta profesional que la ha preparado durante varios meses para ello.
Al principio, la madre prefería esperar a que la pequeña cumpliera los diez años, pero al leer información de que otra niña lo había conseguido a los 8, creyó que su hija también podría hacerlo.
Comenzó un duro plan de entrenamiento, con caminatas de cuatro a ocho horas los fines de semana y caminatas más cortas durante la semana escolar. Mientras, practicaban ortografía y matemáticas, escuchaban música e invitaron a sus amigos a unirse a ellos para hacerlo divertido.
"Cuando hablábamos de que la montaña estaba por encima de las nubes, inmediatamente Montannah lo asoció con el cielo", dijo la madre. "Le encantaba la idea de estar más cerca de su padre y me preguntó si podría verlo", explica en una entrevista en ABC.
Durante los seis días que duró la escalada, la pequeña se mostró muy ilusionada: "Todos los días le preguntaba a Montannah si esto era más difícil o más fácil de lo que ella pensó, y todos los días ella respondía: 'Más fácil'".