Utilizó documentación desfasada
Una niña de seis años murió en el hospital Royal Oldham, en Reino Unido, tras esperar casi dos horas a ser atendida por un médico que consideró que la erupción que presentaba la pequeña en su cadera era “una simple contusión”. La menor, Layla-Rose Ermenekli, tenía lo que más tarde se describió como uno de los "peores casos de meningitis" que los médicos hubiesen visto.
La madre de Layla, Kirsty, llevó a su hija al hospital alrededor de las 8.30 pm del 3 de febrero. Después de una espera de 25 minutos una enfermera la atendió y determinó que debía verla un médico, esto no ocurrió hasta una hora y 50 minutos más tarde.
Cuando fue atendida, el médico observó sus síntomas y la erupción que presentaba en la cadera, y determinó que se trataba de una "enfermedad viral". Acto seguido, comunicó a la madre que su hija estaba en condiciones de volver a casa.
Layla seguía sintiéndose mal y una enfermera la derivo a pediatría donde fue atendida por un médico, que detectó el sarpullido en su cadera, sin embargo, fue el primer médico le comunicó que solo se tratada de un moretón, no un síntoma nuevo, tal y como recoge Daily Mail.
Media hora más tarde, otro médico observé aquella erupción, insertó una cánula, tomo una muestra de sangre y le administró antibióticos para la septicemia que le había diagnosticado. La erupción comenzó a diseminarse rápidamente por el cuerpo de la pequeña Layla y la niña entró en paro cardíaco, antes de ser declarada muerta en la mañana del 4 de febrero.
Un informe interno elaborado por el hospital concluyó que los médicos usaron un documentación desfasada para evaluar a la menor. Se concluye que hubo "falta de identificación de la naturaleza avanzada de la sepsis y de tratamiento en consecuencia", así como "falta de reconocimiento de un 'moretón' como erupción púrpura y, por lo tanto, como indicador de sepsis meningocócica".