EN EL BRONX DE NUEVA YORK
Serenity Straker, de cuatro años, llegó a casa tras pasar el día en una guardería en el Bronx y le mostró a su madre pequeñas cápsulas con una sustancia blanca en su interior.
Inmediatamente, su madre llamó a la Policía, que confirmó que la sustancia que había en esos pequeños botes de plástico era cocaína. Por los síntomas que presentaba, la niña habría consumido la droga.
"Se mostraba muy locuaz: hablaba sola y se miraba al espejo diciendo que veía a tres como ella", contó la progenitora.
En la guardería creen que alguien tiró las drogas sobre la cerca de la escuela para deshacerse de ellas, según informa Mirror.