EN REINO UNIDO
Kacie Barradell se ha debatido entre la vida y la muerte. Esta niña de 2 años se encuentra ingresada después de haberse tragado accidentalmente la pila de botón de una batería de litio. Los médicos informaron a los padres de que sólo había una posibilidad del 40% de que la pequeña sobreviviese. Y si lo hacía era con la secuela de una parálisis inferior.
Kacie ha conseguido superar las primeras semanas aunque no puede comer ni beber de forma natural y está siendo alimentada por un tubo. Además ha sufrido daños en dos arterias principales de la espalda que provoca que no pueda volver a caminar con normalidad en un futuro. Su madre, Cheryl Bell, quiere advertir al resto de padres del riesgo que tienen estas baterías.
Cheryl ha relatado a Mirror que está "pasando por un infierno". Los primeros síntomas que sufrió la pequeña fueron diarreas y vómitos.
Esto ocurría en febrero y su madre la llevó al hospital urgentemente. Los médicos fueron conscientes de que la niña había tragado una pila a través de una radiografía y su estado no hizo más que empeorar. Cuando empezó a vomitar sangre fue trasladada al Hospital Infantil de Birmingham donde se encuentra actualmente y en donde va a someterse a una segunda ronda de operaciones.
Las baterías de litio reaccionan con la saliva causando una acumulación de sosa cáustica en el cuerpo que podría actuar como el ácido a través de la carne.