YA ESTÁ EN SU CASA
Hannah Mitchell, una joven australiana de 14 años, estaba nadando con una amiga cerca de Goodwyn Island, en la costa de Dampier, cuando fue picada por la la medusa más mortal del mundo el Domingo de Resurrección. Entonces, la llevaron al hospital y la indujeron un coma. Ahora, dos semanas después, ha podido regresar a casa.
Hannah fue picada por la medusa Irukandji, que es casi imposible de ver en el agua, ya que es del tamaño de una cabeza de cerilla y tiene un cuerpo transparente.
Según recoge 'The Mirror', la adolescente pensó en ese momento que se estaba "muriendo" ya que podía sentir hasta sus pulmones y el corazón: "Sentía todo dentro de mí como si se estuviera desmoronando".
"Sentía todo dentro de mí como si se estuviera desmoronando"
La madre de Hannah, Casey, estaba a 40 minutos de distancia y cuando finalmente llegó, su hija estaba temblando y tosiendo sangre. Por ello, Hannah fue trasladada inmediatamente al Hospital Princesa Maragret, donde estuvo en coma inducido durante dos días. Cuando Hannah se despertó del coma, el dolor continuó y todavía necesita tomar medicamentos para ello.
Su madre ha explicado que se quedó devastada cuando su hija le suplicó desesperada que la mataran. "Déjame morir, porque es demasiado mamá", fueron sus palabras.
Ahora, aunque admite que está ansiosa por volver al agua, Hannah espera que finalmente las cosas vuelvan a ser como antes.
La medusa Irukandji se encuentra típicamente en aguas tropicales y las picaduras se reportan con mayor frecuencia entre noviembre y mayo. Cuando alguien es picado, puede experimentar vómitos, espasmos, aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial y, si no se trata, puede incluso morir.