EN MEDIO DE LA CRISIS ENERGÉTICA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cambió este lunes la cúpula del sector eléctrico para atender la "grave situación" de los apagones que el país arrastra hace semanas mientras el Tribunal Supremo declaró en desacato al líder opositor, Juan Guaidó, y pidió dejarlo sin inmunidad.
Maduro habló por segunda noche consecutiva en cadena de radio y televisión para hacer anuncios relacionados con la crisis eléctrica y en esta ocasión informó del relevo del general Luis Motta Domínguez como titular de la cartera y presidente de la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec) tras cuatro años en esos cargos. "Quiero agradecer al compañero (...) Motta Domínguez. Le han tocado cuatro años de guerra incesante al frente del ministerio eléctrico y de Corpoelec. Le he pedido que descanse un tiempo, le he pedido que se prepare para otras responsabilidades en el campo de la revolución", anunció.
El líder chavista nombró como nuevo ministro y jefe de la estatal a Igor Gavidia, un ingeniero eléctrico con 25 años de experiencia en la industria, aseguró.
Se trata del primer ministro no militar que Maduro designa al frente de este ministerio en el que antes de Motta estuvo el exmilitar Jesse Chacón.
Gavidia asume el mando de la electricidad en Venezuela un día después de que el Gobierno pusiera en marcha un plan de 30 días de racionamiento del fluido y "para la nueva etapa que tenemos que abrir de derrota de la guerra eléctrica", indicó Maduro.
Además creó una Secretaría Ejecutiva del Estado Mayor Eléctrico que estará a cargo del ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol. Este órgano "debe funcionar las 24 horas del día, en coordinación, revisión y acción permanente" explicó.
El mandatario reiteró la "grave situación" que atraviesa Venezuela debido a los supuestos sabotajes contra el sistema eléctrico que el Gobierno atribuye a la oposición y a la Administración estadounidense de Donald Trump. Maduro ha dicho que los "ataques terroristas" perpetrados según la versión oficial desde el 7 de marzo, cuando empezaron a hacerse más frecuentes los apagones, buscan la "destrucción total" del sistema.
En medio de la crisis de energía, Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, aseguró tener un plan para resolver la crisis eléctrica y acusó al Gobierno de aplicar "terrorismo de Estado" en las protestas por agua y luz que han surgido en las últimas horas.
El también jefe del Parlamento fue declarado en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que ratificó unas medidas cautelares en su contra y pidió a la asamblea constituyente, integrada solo por oficialitas, proceder al levantamiento de la inmunidad parlamentaria del opositor.
El tribunal acordó imponerle una multa de 200 unidades tributarias, unos 3 dólares, y ordenó informar a la Fiscalía "a los fines de la continuación del procedimiento para el enjuiciamiento de alto funcionario", indicó ante periodistas el presidente del TSJ, Maikel Moreno.
La decisión prohíbe a Guaidó la salida del país sin autorización hasta tanto se culmine la investigación en la que está incurso, enajenar y gravar bienes de su propiedad, así como la orden de bloquear e inmovilizar sus cuentas bancarias.
El fiscal general, Tarek Saab, lleva a cabo una investigación contra el opositor después de que tomara juramento como presidente interino del país el pasado 23 de enero, cuando invocó la Constitución para asumir la presidencia al considerar que hay una usurpación del cargo por parte de Nicolás Maduro.
Guaidó desestimó el fallo del Supremo al señalar que carece de valor la intención de dejarle sin fuero. "Esto es persecución, dictadura (...) no tengan duda de que me quieren ver preso, claro que lo quieren hacer (...) pero no hay preocupación con eso", dijo en el oeste de Caracas donde por segundo día consecutivo personas no identificadas activaron una bomba lacrimógena.