TODO INDICA QUE SERÁ EL 4 DE SEPTIEMBRE
Benjamín Netanyahu anunció que se convocarán elecciones generales anticipadas en el país y se mostró partidario de celebrarlas en un plazo de cuatro meses. En una convención en Tel Aviv de su partido Likud (derecha), el primer ministro no citó, sin embargo, la fecha del próximo 4 de septiembre, que se da prácticamente por segura para los comicios, tras haber sido acordada la semana pasada por las fuerzas que forman la coalición de gobierno.
De las elecciones, que se celebrarán un año antes del fin previsto de la legislatura y en las que Netanyahu parte como claro favorito para repetir en la jefatura del Ejecutivo, saldrá el gobierno número 33 del Estado de Israel desde su creación hace 64 años.
"Es preferible tener una campaña electoral corta de cuatro meses que una de un año y medio", dijo Netanyahu ante los delegados de su partido y justificó el adelanto electoral en que la estabilidad de la coalición de gobierno "ha empezado a desmoronarse".
El primer ministro destacó que un "fuerte y poderoso" Likud "traerá estabilidad al país" y afirmó que todos los ciudadanos "pueden estar orgullosos de lo conseguido en Israel" en los tres años transcurridos desde las últimas elecciones. La mayoría de los partidos de la coalición de gobierno y de la oposición acordaron esta semana iniciar mañana, lunes, el proceso de disolución del Parlamento (Kneset), que debe ser votado por la propia cámara.
Netanyahu confirmó el adelanto de las elecciones tras concluir la semana de luto que marca la tradición judía por la muerte, el pasado domingo por la noche, a los 102 años de su padre, Ben Sión, y por la que el habitual consejo de ministros de los domingos por la mañana ha sido aplazado al lunes.
La convención del Likud debe decidir también el sistema de configuración de sus listas para las elecciones y se espera la introducción de cambios de cara a las primarias, que el partido celebrará el próximo 10 de junio.
El Likud llega a las elecciones en un gran momento: todas las encuestas le dan como claro vencedor y auguran un aumento de su representación en paralelo a un descenso en picado del Kadima, que ganó las últimas elecciones pero no formó Gobierno. Dos recientes encuestas publicadas en diarios locales, una en el "Maariv" y otra en "Israel Hayom", coinciden en que el Likud pasaría de los 27 diputados de las elecciones de 2009 a 31.
Los laboristas subirían de 13 a 17 o 18 tras la salida del ministro de Defensa Ehud Barak (que creó un partido, Atzmaut, que no obtendría representación) y con Shely Yajimovich como nueva líder. La ultraderecha de Israel Beitenu perdería entre uno y tres de sus quince escaños, mientras que Kadima, antes liderado por Tzipi Livni y desde marzo por Shaul Mofaz, se hundiría: de 28 a 13 o incluso 11.
El popular ex presentador televisivo Yair Lapid entraría con fuerza en el Parlamento con su recién creado partido personalista, "Iesh Atid" (Hay futuro), que obtendría 11 o 12 escaños.