Atentado en Hanau
El Gobierno alemán, tras el atentado xenófobo de Hanau que causó en total once muertos, considera que actualmente hay una gran amenaza para Alemania proveniente del terrorismo de ultraderecha.
"Desde los atentados de la Clandestinidad Nacional Socialista (NSU), pasando por la matanza de Múnich, el asesinato de Walter Lübcke y llegando a los crímenes de Hanau el terrorismo de ultraderecha ha venido dejando una huella de sangre en nuestro país", dijo este viernes en rueda de prensa el ministro de Interior, Horst Seehofer.
Los ciudadanos alemanes han condenado el atentado. Miles de aficionados alemanes entonaron cánticos antifascistas en un partido en Frankfurt. También ha habido vigilias y minutos de silencio por todo el país en homenaje a las víctimas del atentado.
El autor del atentado terrorista que actuó convencido de la existencia de "sociedades secretas" empeñadas en "dominar el mundo", se puso en contacto el pasado mes de noviembre con fiscales alemanes para convencerles de sus teorías conspiratorias.
En la carta no había menciones racistas ni de ultraderecha, dos rasgos que caracterizaron el atentado xenófobo del miércoles.
Primero, el individuo abrió fuego en un bar de shishas en el centro de Hanau, donde mató a un individuo, y poco después se desplazó a otro local de pipas de agua situado a unos dos kilómetros, en un barrio del oeste, donde protagonizó otro tiroteo en el que acabó con la vida de nueve personas.