Guerra Rusia Ucrania
Ucrania vive su primera Navidad bajo los ataques rusos. Oleksandra Kuznietsova describe esta época del año como un momento "mágico y trágico" en su país.
Ucrania quiere salvar su Navidad más oscura... Pese a los bombardeos constantes y la escasez de electricidad el país se resiste a quedarse sin fiestas. Mediante generadores eléctricos en Kiev han alumbrado el "árbol de los irrompibles"... Los ucranianos esperan poder olvidarse de la guerra durante al menos unas horas.
Ya está aquí la Navidad. Pero no todo el mundo va a vivirla igual porque "muchos ucranianos no tienen ese espíritu navideño que ahora circula en el mundo". Oleksandra Kuznietsova ha puesto el árbol de navidad, emocionada, explica que es "lo máximo que hemos podido hacer". Enseña lo que para ella es "un símbolo de resistencia".
Cuenta que el ambiente en la calle en estas fiestas "está todo oscuro, cerrado, triste y no hay ningún espíritu navideño en la primera Navidad en guerra. En Ucrania, se celebra más la Navidad ortodoxa, la del 7 de enero, es decir, la Navidad rusa. Oleksandra cuenta que no es creyente, pero ella siempre se había sentido más cercana a la fecha del 24 de diciembre porque conoce "bastante bien las relaciones con Rusia" y en estos 9 años de conflicto ha intentado "estar más cerca del 24 de diciembre". "Ahora es cierto que mucha gente quiere celebrar la Navidad el 24 de diciembre para estar más unidos con todo el mundo y no con Rusia", explica.
No renuncia a la fiesta más especial del año, que en estos tiempos define como un momento "mágico y trágico". Tampoco lo hacen en Kiev, donde el árbol de los irrompibles, gracias a un generador, ha iluminado las oscuras calles de la ciudad.
Ataques rusos en Navidad
Ucrania lidia con los apagones de energía que provocan los ataques rusos pero intenta salvar la Navidad. En una estación de tren son los propios ucranianos los que consiguen alumbran el árbol. La destrucción se ha apoderado de la luminosidad que hace tan solo un año disfrutaba el país...
Y aunque mantienen la esperanza les invade el miedo porque mañana les pueden volver a atacar de nuevo. Con la imagen de un hotel en ruinas amanecía Vitaly, ese lugar está a 5 minutos andando de su casa. Quieren disfrutar de una noche que les haga olvidar los más de 300 días de guerra. "Podemos juntarnos con nuestros amigos y reservar unas habitaciones en un hotel de Kiev", explica Oleksandra.
Por eso piden al resto del mundo "decir algo especial" a las personas con las que se va a celebrar la Navidad. Y esperan ansiosos su mejor regalo de Navidad: el fin de la guerra en su país.