Navidad
Aunque cada país tenga sus costumbres, este año la mascarilla, el gel desinfectante y la distancia social sigue marcando la Nochebuena y la Navidad.
Cada país con sus costumbres pero todos con algo en común: la pandemia. Es el segundo año que el mundo se enfrenta a unas celebraciones navideñas marcadas por el COVID-19. Este hecho, además, haciendo frente a la inminente predominancia de una variante más contagiosa aunque menos dañina, la ómicron. Por eso, ya se desde los ritos religiosos hasta las cenas en los hogares, buscan fórmulas para evitar contagios.
Rituales en época de coronavirus
Por ejemplo, en la India, donde la Misa del gallo ha tenido lugar al aire libre. El país espera un repunte de las infecciones y ya ha anunciado más restricciones de cara a las próximas semanas. Por ejemplo, un límite del 50% del aforo en los restaurantes y un máximo de 200 invitados en las bodas.
En Filipinas, por su parte, los católicos pudieron regresar a las iglesias para celebrar el nacimiento de Jesús aunque también con limitaciones de aforo: mascarillas faciales, desinfectante y distancia de seguridad. Como curiosidad, en Filipinas la Navidad se alarga varios meses. Concretamente, desde el mismo día 1 de septiembre donde las calles ya lucen su decoración navideña.
Corea del Sur ha permitido un aforo en las iglesias del 70%. Antes los asistentes han tenido que demostrar que estaban vacunados con la pauta completa. El país ha notado un incremento de los contagios y mantiene el toque de queda a las 21:00 para la restauración.
Y los australianos, en la playa y con crema protectora. Allí ahora mismo es verano y lo típico es celebrarlo haciendo una barbacoa junto al mar. No obstante, este año el país vive su peor brote de COVID desde el inicio de la pandemia por lo que muchos estados han recuperado restricciones y mascarillas.
En Alemania, todo lo contario. La Navidad comienza la noche del 6 de diciembre, conocida como la noche de Krampus, o 'Krampusnach' (en alemán). Esa noche algo oscura, casi terrorífica para los más pequeños: un ser endemoniado con cuerpo de cabra y grandes cuernos sale a la calle en busca de los niños que se han portado mal y se los lleva al inframundo. El país ha conseguido llegar a estas fechas con la incidencia acumulada a la baja y, para evitar que vuelva a subir, ya ha empezado a restringir sus contactos con el exterior.