Droga
Los trabajadores de aduanas piden más medios para hacer frente al crimen organizado que intenta recuperar la droga en el puerto de Amberes.
Los expertos coinciden en que es necesario el rechazo de la sociedad para acabar con el tráfico de drogas. Fue una de las claves que permitió el freno del tráfico de cocaína en Galicia. Ahora, la puerta de entrada de esta droga en Europa es Amberes. El puerto belga ha batido récord de incautaciones, donde las mafias del narcotráfico han intentado incluso recuperar la droga confiscada por la Policía.
Más del 70% de las incautaciones que se llevan a cabo, según datos de la Comisión Europea, se producen en los puertos cuyas debilidades y lagunas saben explotar a su antojo las organizaciones criminales.
Los trabajadores de aduanas piden más medios para hacer frente al crimen organizado. Aseguran estar desesperados porque los narcotraficantes atacan las instalaciones del puerto para robar la droga que previamente había sido intervenida. Piden que la cocaína incautada se destruya y permanezca el menor tiempo posible guardada y reducir los riesgos de nuevos ataques.
El puerto de Amberes se ha convertido en la entrada de cocaína en Europa. En el año 2023, volvió a marcar un nuevo récord histórico: 116 toneladas incautadas. Se trata de unas cifras que siguen aumentando cada año.
Pero el problema es mucho mayor. Las bandas criminales que mueven millones de euros tratan de comprar a trabajadores para poder pasar la droga. "Sabemos que se infiltran en la Policía, en la Justicia, en las empresas que transportan", reconoce la ministra belga del Interior, Annelies Verlinden.
En los últimos meses, varios atacantes han asaltado las instalaciones del puerto para llevarse la droga. La comisaria europea de interior, Ylva Johansson, explica que los traficantes "sobornan a los trabajadores" y otras veces "les amenazan a ellos o a sus familias".
Ante este problema creciente, 16 puertos europeos se han unido en una plataforma para luchar de manera conjunta contra el tráfico de drogas. Se trata de una Alianza público-privada que reúne a puertos, autoridades nacionales, agencias europeas como Europol, operadores, aduanas y autoridades policiales.
La alianza aspira a fortalecer la gestión de riesgos y poner en marcha controles más específicos y efectivos en los puertos para evitar la "infiltración" de actividades criminales.
El objetivo de esta alianza es frenar la llegada de droga que as mafias envían desde Ecuador, a través del comercio marítimo internacional.
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