LLEVA EN EL CARGO DESDE 2006
Giorgio Napolitano, a sus 87 años, fue reelegido presidente de la República italiana en la sexta votación en el Parlamento y después de que los partidos políticos le rogasen que aceptase volver a presentarse. Napolitano, que se convierte así en el primer presidente italiano que repite este mandato de siete años, obtuvo 738 votos, superando ampliamente la mayoría absoluta de 504 votos requeridos.
Por su parte, el candidato del Movimiento 5 Estrellas, el jurista Stefano Rodotà, logró 217 votos, muchos más de los 159 con los que cuenta la formación de Beppe Grillo. El líder del M5S, Grillo, había afirmado que con la reelección de Napolitano se está produciendo "un golpe de Estado" y anunció que protestaría ante el Palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados, donde se celebran las votaciones.
Napolitano, que en 2006 había sido elegido al cuarto escrutinio, había reiterado en numerosas ocasiones que no estaba dispuesto a continuar en la jefatura de Estado, sobre todo por su edad. Pero tras las últimas votaciones, en las que personas del calibre del exsindicalista Franco Marini y el dos veces primer ministro y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, no consiguieron ser elegidas, las fuerzas políticas se encontraron sin soluciones y sin candidatos.
El Partido Demócrata (PD) completamente dividido, como se ha visto en las votaciones en el Parlamento, lo que provocó el anuncio de dimisión por parte de su líder, Pier Luigi Bersani, se jugó la carta de Napolitano. Bersani, cuya dimisión será efectiva ya tras la reelección del presidente, acudió al Quirinal, sede de la Jefatura de Estado para pedir ayuda a Napolitano.
Tras Bersani también pasaron por el Quirinal entre otros Silvio Berlusconi, líder del Pueblo de la Libertad; el presidente del Gobierno en funciones, Mario Monti, y miembros de su partido, Elección Cívica. Ante tanta insistencia y la grave situación de parálisis del país, que no logra formar Gobierno, Napolitano emitía un comunicado en el que aceptaba volver a presentar su candidatura.
"Consciente de las razones que se me han presentado, y en el respeto de las personalidades que hasta ahora se han sometido al voto para las elecciones del nuevo jefe de Estado, considero que tengo el deber de ofrecer la disponibilidad que se me ha pedido", escribió Napolitano en una nota. El presidente tendrá que recoger todas las fuerzas posibles para tras su investidura volver a realizar una ronda de consultas para saber si hay nuevas soluciones para formar Gobierno. Los medios de comunicación aseguran que Napolitano habría puesto como condición para su reelección la disponibilidad de los partidos a apoyar un Gobierno de transición que apruebe algunas reformas urgentes