HABÍA POCAS POSIBILIDADES DE ÉXITO
Vanellope Hope Wilkins es un bebé que tenía que nacer el día de Nochebuena, pero una enfermedad rara ha hecho que su alumbramiento se adelantara y haya nacido por cesárea hace unas semanas, en el hospital Glenfield de Leicester.
La pequeña sufre Ectopia cordis, una malformación congénita que consiste en una separación del esternón que va asociada a una ubicación anormal del corazón, algo que los médicos descubrieron en una ecografía durante la novena semana de gestación.
La ecografía mostraba que el corazón de la niña y parte de su estómago estaban creciendo fuera de su cuerpo, según recoge el medio 'Metro'.
Las expectativas no eran buenas, pues los médicos decían que no conocían ningún caso en Reino Unido de un bebé que hubiera sobrevivido a una malformación así. Una noticia que conmocionó a los padres. "Entré en pánico. Me sentía mal porque había muchas posibilidades de que no pudiera verla u oírla. Pero cuando nació comencé a llorar, me alivié", asegura Dean Wilkins, el padre de la niña.
Los niños que nacen con una malformación como esta tienen menos de un 10% de posibilidades de sobrevivir, por lo que los médicos están muy sorprendidos, a la vez que alegres, de que la niña haya sobrevivido.