En Filipinas
Nhel Jhon Prado, un bebé de 7 semanas, nació con una protuberancia en la parte superior de la cabeza. Se trata de una rara enfermedad llamada 'encefalocele', la cual desarrolló mientras estaba en el útero de su madre. Sin embargo, no lo detectaron hasta que nació. Ahora, el pequeño tendrá que enfrentarse a una operación quirúrgica para que le extirpen el bulto, que ha ido creciendo desde su nacimiento y que empeora su salud.
Nhel nació a principios de enero, en el hospital General de Pasig, Filipinas, y los médicos quedaron sorprendidos al observar el bulto que sobresalía de su cabeza. Los padres se lo llevaron a su casa pero, desde entonces, necesita cuidados las 24 horas, para curar y vendar la protuberancia.
La familia está esperando la operación para poder salvar la vida de su bebé. Sin embargo, está siendo retrasada debido a los altos costes hospitalarios. Aunque el bulto sea de un tamaño considerable, los médicos afirman que, por el momento, no está dañando el cerebro.
Según el padre, Ángel, "los doctores usaron pruebas de ultrasonido pero no notaron nada malo con Nhel". "Cuando nació, dijeron que mi bebé tenía suerte de que el cerebro no se viera afectado o dañado por los bultos. Nunca antes habíamos visto un bebé como éste, así que tratamos de verlo como una bendición. Como si fuera un pequeño bebé unicornio", explica.
Se cree que Nhel desarrolló la enfermedad en las últimas semanas del embarazo pero no se sabe qué la causó. El encefalocele se trata de una malformación cerebral que provoca grandes bolsas que van abriéndose paso a través de las aberturas del cráneo durante el desarrollo fetal.