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Ministro de Derechos Humanos

Mustafá Ramid, ministro marroquí, asegura que España sabía que "el precio por subestimar a Marruecos es alto"

El ministro marroquí de Derechos Humanos, Mustafá Ramid, asegura que España sabía que el precio por subestimar a Marruecos "es muy alto" y lamenta que España prefiera la relación con el polisario, Brahim Gali y no la buena vecindad con Marruecos.

El ministro marroquí de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento, Mustafá Ramid, se ha pronunciado en sus redes sociales donde ha escrito lo siguiente: "España sabía que el precio por subestimar a Marruecos es muy alto" y lamenta que España haya preferido su relación con el polisario, Brahim Gali y no la "buena vecindad" con Marruecos, la cual "debería ser objeto de especial atención por parte de los dos vecinos".

"La recepción por parte de España del líder de las milicias separatistas del Polisario, bajo una identidad falsa, sin tener en cuenta las relaciones de buena vecindad que requieren coordinación y consulta, o al menos cuidando de informar a Marruecos, es un acto irresponsable y totalmente inaceptable", ha escrito Ramid en su cuenta de Facebook.

La llegada a España de Brahim Gali ha podido ser el detonante de la llegada masiva de migrantes a Ceuta, puesto que Marruecos avisó de que si España acogía al líder del Frente Polisario podría tener consecuencias.

"¿Qué esperaba España de Marruecos, al ver que su vecino alberga a un responsable de un grupo que lleva armas contra el Reino?", aseguraba el ministro marroquí. También ha querido preguntar que "qué habría perdido España si hubiera consultado a Marruecos sobre la acogida de este individuo".

Según Mustafá Ramid, Marruecos está en su "pleno derecho" de hacer saber a España la "magnitud de su sufrimiento en nombre de esta buena vecindad" y que no aceptará "ninguna subestimación", para que "revise su política y sus relaciones con su vecino y respete sus derechos como respeta los suyos".

Crisis migratoria de Ceuta

Marruecos permitió la entrada a España de inmigrantes a través de la frontera con Ceuta. El Gobierno español tuvo que movilizar al Ejército y advirtió a Marruecos de que defenderá sus fronteras "con todos los medios".