COSTÓ 67 MILLONES DE EUROS
Las autoridades chinas se han visto obligadas a cerrar un museo en el que todos los objetos que se exponían estaban falsificacos, entre ellos un jarrón ilustrado con un pulpo sonriente supuestamente de la época de la última dinastía imperial, informó el martes la prensa estatal.
El museo, está construido en la provincia de Hebei, en el norte de China, y costó lo equivalente en yuanes a 67 millones de euros. Un funcionario chino, en este sentido, ha apuntado que "no tiene ninguna calificación como museo, pues sus colecciones son falsas".
Ahora, el Gobierno chino ha abierno una investigación sobre cómo se fundó el museo y los propios fundadores. Si sigue adelante, se les acusará de lidapidar los ingresos públicos obtenidos gracias a la venta de las tierras y de engaño.
Entre las obras falsas se encuentra un jarrón presentado como de la dinastía Quing (1644-1911) y otros objetos que se atribuían a la época del emperador amarillo, pero habrían sido fabricados a mediados del siglo pasado.
Cuando Wang Zhongquan, dirigente local del Partido Comunista, comenzó a formar la colección, "estaba dispuesto a comprar todo lo que le llevaran", ha afirmado vecinos del lugar. Wang habría comprado así más 40.000 objetos falsos, han añadido.
El propio Wang ha dicho, por su parte, que "solo quiso promover la cultura china" y que "incluso los dioses no habrían podido distinguir lo auténtico de lo falso entre las piezas expuestas".