DE ACUERDO A LOS ESTÁNDARES INTERNACIONALES
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, ha propuesto la apertura de un complejo hotelero de lujo en el mar Rojo donde las mujeres podrán usar bikini en espacios compartidos con hombres, una decisión que ha sido considerada por muchos críticos como un insulto a las mujeres en un país en el que no gozan de derechos básicos como libertad de movimiento o permiso para conducir.
El resort estará situado en la costa noreste del país y será "gobernado por leyes a la par con los estándares internacionales", según ha declarado el Gobierno, que ha asegurado que el espacio "será extremadamente seguro y proporcionará protección a todos los visitantes de acuerdo a las mejores prácticas internacionales". La medida ha desatado las críticas en las redes sociales. "Concedle a las mujeres el derecho a conducir antes de darle el derecho a llevar bikini... ¿los derechos comienzan quitándose la ropa?", ha compartido un usuario en Twitter en reacciones recogidas por Middle East Eye.
Muchos han interpretado estas decisiones como un intento de eliminar la religión de la política, un paso hacia el laicismo que ya había anticipado el embajador de Emiratos Arabes Unidos en Estados Unidos, Yusef al Otaiba, quien sugirió que Arabia Saudí era su principal impulsor en Oriente Próximo. "Si preguntas a Emiratos Arabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania, Egipto, Bahréin cómo quieren que sea Oriente Próximo en diez años (...) nos gustaría que fuese más laico, estable, próspero y con Gobiernos fuertes", declaró.
Nuevos estándares
En un intento por diversificar la economía saudí, fuertemente dependiente del petróleo, el Gobierno trata de flexibilizar las estrictas normas del país, donde atractivos turísticos como el alcohol o el uso libre de las playas están vetados."El nuevo complejo establecerá nuevos estándares para el desarrollo sostenible y pondrá en marcha viajes de lujo que pondrán a Arabia Saudí en el mapa del turismo internacional", ha declarado el fondo de inversión pública del país.
La construcción comenzará en 2019 y una primera fase de la obra estará lista para 2022, según ha indicado 'The Telegraph'. De cara a 2035, las autoridades esperan poder acoger a un millón de turistas al año. La apertura al turismo de la costa saudí del mar Rojo trata también de aliviar la caída de visitantes en la zona después del ataque del 14 de junio en un complejo hotelero en Egipto.