EN AUSTRALIA
Una mujer que fue arrastrada por un tiburón a aguas infestadas de cocodrilos en el noroeste de Australia ha contado a la prensa el aterrador momento que casi le cuesta un dedo. Melissa Brunning ha explicado que había tratado de alimentar a cuatro tiburones nodriza que estaban detrás del yate en el que ella se encontraba. El incidente ocurrió en mayo en la bahía de Dugong, en la remota zona de Kimberley, donde los tiburones y los cocodrilos marinos pueden medir siete metros de largo y pesar más de una tonelada.
El tiburón de dos metros de largo chupó su dedo índice derecho como si "fuera una aspiradora", según señaló Brunningen el West Australian, y recoge AFP. "Creo que el tiburón estaba tan conmocionado como yo. La única manera de describirlo es que la presión era inmensa y yo tenía la impresión de que el tiburón estaba destrozando mi dedo hasta el hueso", describe sobre la horrible experiencia.
Los tiburones nodriza tienen una mandíbula poderosa y varias filas de dientes, por lo que ella pensó que había perdido su dedo cuando consiguió salir a la superficie. En el vídeo tomado con un teléfono móvil y mostrado el sábado en el Canal Siete, la Sra. Brunning gritaba mientras era arrastrada al agua, antes de ser rescatada rápidamente por la tripulación y sus amigos.
Al final, acabó con una fractura, un ligamento roto y una infección severa pero mantuvo su dedo índice. "No fue culpa del tiburón en absoluto", defiende la mujer, y añade que ha aprendido "a respetar a los animales marinos, a mirarlos con admiración, pero a dejarlos solos".